Capítulo 15 «Un mal momento para la verdad»

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Me sentía más que orgullosa de haber superado con éxito la fiesta de Lucy después de pasar una larga e interminable noche llena de estrés. Me había vuelto a poner mi pijama favorita, y había vuelto a ser la misma chica desaliñada de siempre, y por primera vez no me sentía cómoda con mi look natural. 

No dejaba de pensar en lo que había pasado con Edward y lo incómoda que me hizo sentir su amistad con Molly. Para mí lucía como el tipo de chica divertida e interesante con la que un chico como él debería estar, y aunque mamá y Lucy se esforzaban por convencerme de lo contrario, mi desconfianza volaba por las nubes, y mi autoestima barría el suelo

Me levanté de la cama como pude, sintiendo mi cuerpo cansado por esta sentada durante toda la noche. No había podido dormir del todo bien, y eso podía notarse aún a leguas de distancia. La imagen de Edward hablando con Molly se repetía en mi mente como una horrible canción que odiaba y se quedaba en mi cabeza a propósito

Por otra parte, tampoco dejaba de pensar si era momento para contarle a Edward cómo había sido mi historia con Danny y cómo casi termina todo. Tenía miedo de que no estuviera preparado para escucharme y mucho menos para entenderme. La nuestra había sido una tonta historia con un desenlace inesperadamente dramático que probablemente Edward no aguantaría escuchar, y sí, era cierto que me amaba realmente, pero no sabía qué tan fuerte era nuestra relación para soportar algo así

Las imágenes de aquel suceso regresaron a mi mente, llenándome de culpa y vergüenza...

—¿Hija? —Mamá entró a mi habitación, interrumpiendo mis pensamientos —. Quiero hablar contigo... de madre a hija —Me miró nerviosa, con una actitud bastante sospechosa

—Sé a dónde quieres llegar, mamá —La miré avergonzada —. Créeme que lo he pensado muchas veces, pero no es nada sencillo encontrar una forma medianamente sutil de confesarle algo tan horrible —Acaricié mis brazos, tomando una larga y profunda respiración, armándome de valor para mirar debajo de las mangas de mi suéter de pijama

Las cicatrices que me había hecho con los pequeños cuchillos que mamá solía coleccionar en su vieja cocina aún no se habían borrado completamente, ni tampoco sus recuerdos. Esa era la única forma de hacer que mamá y papá dejaran de pelearse, hasta que se convirtió en una costumbre bastante bizarra para huir de todos mis problemas

—Ya lo sé, mi niña —Acarició mi cabello en señal de apoyo —. Créeme que quisiera haber podido evitarte todo esto -Su voz se quebró por completo —. Me siento tan culpable

En ese momento fue cuando me sentí más culpable de lo que nunca me había sentido durante los últimos cuatro años. Todo este tiempo la había estado haciendo sentir culpable de todos mis errores, evadiendo por completo mi responsabilidad de algo que yo misma hice  

—Tengo que hablar con él —Respiré decidida —. Es ahora o nunca

La mujer me lanzó una mirada de incredulidad, con una mezcla de terror absoluto. Estaba a punto de cruzar una línea bastante delicada, y más que su aprobación, necesitaba su apoyo para lograrlo

—¿Estás segura, Isabel? —preguntó con miedo

Le lancé una mirada de temor, sin sabe qué contestarle. Obviamente no estaba segura de lo que estaba a punto de hacer, pero ya no quería seguir viviendo atrapada con ese secreto encima

—¿Qué pasa aquí? —preguntó Lucy entrado a la habitación, observando nuestras caras

—Tu hermana se volvió loca —Mamá hizo un ademán hacia mí —. Quiere decirle la verdad a Edward —Miró a mi hermana, esperando su reacción 

Los ojos de Lucy se abrieron sorprendidos por lo que acababa de escuchar. Parecía que no podía creer lo que escuchaba, y estaba más blanca de lo usual

Antropofobia: Una vida entre cuatro paredes (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora