Todavía me sentía como en un sueño después de todo lo que había pasado anoche. Jamás me había imaginado que sería capaz de cantar en frente de tanta gente, aunque ya había cantado antes, el día de nuestra primera cita. Apenas había logrado dormir anoche y eso se notaba
Mi corazón aún seguía saltando como loco dentro de mi pecho, haciéndome despertar con una enorme sonrisa en la cara
—Isa Wilson —Lucy entró a mi habitación, lanzándose sobre mi cama —. ¿Me darías tu autógrafo? —Sacó una pequeña agenda, mirándome con una fingida expresión de súplica —. Eres mi ídola —añadió abrazándome
—Lo sé —Tomé la libreta, escribiendo mi nombre en ella —. Todos me aman —Se la devolví, soltando una risa
De pronto la puerta de mi habitación se abrió lentamente, y mamá entró con semblante de preocupación en su rostro
—Isabel —Soltó un largo suspiro al decir mi nombre —. Te buscan en la sala, hija —Agachó la cabeza, como si se tratara de algo grave
Todo mi cuerpo se debilitó por completo mientras mi corazón se aceleraba, temiendo lo peor
—¿Le pasó algo a Edward? —pregunté entrando en pánico
Ella simplemente permaneció en silencio, cambiando su expresión más tranquila, aunque no sabía si lo hacía para no preocuparme
—¡Habla mamá! —exigí, sintiendo pánico
—Lilly te está esperando allá afuera —informó tratando de sonar tranquila
Rodé los ojos con fastidio. Esa chica siempre sacaba lo peor de mí aún en mis mejores momentos
—Si quieres yo puedo hablar con ella por tí —sugirió Lucy con un fungido tono pacífico
Inmediatamente la miré con incredulidad. Ella no era un ser de paz para nada y eso lo sabíamos de sobra
—¿Hablar con ella, tú? —Resoplé una risa —. Quiero ver cómo termina eso —Parpadeé incrédula
Fuimos a la sala de estar donde la morena me estaba esperando impaciente. De pronto me miró con desagrado, intentando disimular
—Hola, Isa —Se acercó para saludarme como si fuéramos amigas —. ¿Cómo estás hoy? —preguntó fingiendo interés. Tenía una extraña sonrisa en su rostro, como la de un villano de películas a punto de salirse con la suya
Fruncí el ceño, sorprendida, tanto por su presencia como por su interés hacia mí
—Bien —contesté seca y cortante, tratando de no entrar en pánico
Hubo un silencio incómodo por un momento. Lilly ni dejaba de mirarme, haciéndome sentir amenazada más que intimidada
—¿Pueden dejarme a solas con ella un momento? —Me sonrió falsamente
Ellas me miraron, esperando mi confirmación, o mi negativa
—Está bien —Asentí con la cabeza —. Dame un momento —Las miré nerviosa
Ellas asintieron, dejándome en la sala con la chica
—Bien, Lilly —Respiré profundo para evitar entrar en pánico —. ¿Qué es exactamente lo que quieres? —Crucé los brazos sobre mi pecho, esperando su respuesta
Ella simplemente se sentó en el sofá, sin pedir permiso ni esperar ninguna invitación
—Solo quiero que dejes de jugar con Edward —Se levantó amenazándome —. No quiero que sigas burlándote de él
ESTÁS LEYENDO
Antropofobia: Una vida entre cuatro paredes (Terminada)
Teen FictionIsabel es una chica solitaria que intenta adaptarse a su nueva vida en un nuevo vecindario. Allí es donde intentará aprender a controlar su problema más grande: la Antropofobia. Una condición que le impide relacionarse con las personas, y que la hac...