Antropofobia: Una vida entre cuatro paredes (Terminada)

Capitulo 2 «Juzgándonos»

Mamá conducía el auto de camino a casa después de enterarse que había sido hospitalizada por ataque de pánico ayer en la mañana. No dejaba de regañar a Lucy por lo sucedido, y eso me hacia sentir culpable.

Aunque en el fondo me sentía miserablemente culpable, no dejaba de pensar que mi hermana mayor no tenia la culpa de nada. Todo esto no habría pasado si ese estúpido no se hubiera acercado a mí en primer lugar

-Ya te había dicho mil veces que Isabel no debe salir de casa sin mi permiso, Lucia -regaño mamá sin quitar la vista del camino

-Fue mi culpa, Victoria -dije con la cabeza baja -. Yo le pedí que saliéramos porque estaba cansada de estar encerrada -mentí, rogando que me creyera

-¿En serio crees que te voy a creer, Isabel? -Me miro a través del retrovisor con incredulidad -. Se que le tienes pánico a todo, incluyendo este lugar -Rió de forma irónica, haciéndome sentir aun peor

-Lo siento, mama -fue lo único que alcanzo a decir la chica para defenderse -. Te prometo que no volverá a pasar

-Sinceramente espero que no -Abrió la puerta para para hacernos pasar, haciéndome sobresaltar por el chirrido repentino -. Tengo mucho que hacer en mi trabajo, y ya voy tarde -gruño mirando su reloj, Dejándonos para irse a trabajar. Mamá se había vuelto completamente adicta al trabajo desde que decidió separarse definitivamente de papá. Se había vuelto obsesiva, y sin darse cuenta, ella también nos abandonó de alguna forma

Quedamos en silencio, observándonos una a la otra con tristeza y un poco de temor. Ambas sabíamos lo estricta que solía ser mama cuando le llevaban la contraria, y provocarla era como ocasionar un incendio prácticamente imposible de apagar

-Lo siento mucho, Lucy -Solté de repente, intentando hacer desaparecer la tensión en el ambiente

-No te preocupes, Isa -Dio una sonrisa forzada -. Estoy acostumbrada desde hace mucho tiempo -Negó con la cabeza, como si intentara hacer desaparecer algún pensamiento extraño de ahí

Le di una mirada de tristeza, sintiendo como mi corazón se comprimía en mi pecho, pesado y lleno de culpa. La relación entre mama y Lucia era cada vez mas complicada desde que decidí dejar la escuela definitivamente, y aunque ella era mi hermana menor, el tiempo la había obligado a madurar mucho antes

El escandaloso sonido de la puerta de metal siendo golpeada fuertemente nos devolvió a la realidad. Aún no lográbamos acostumbrarnos al sonido, y siempre nos tomaba por sorpresa

-Hola chicos -saludó mi hermana con naturalidad, como si no hubiera pasado nada -. Adelante -Se apartó, dejándolos entrar

Mi corazón comenzó a acelerarse con fuerza, y todo a mi alrededor pareció detenerse cuando escuché la profunda voz de Edward tan cerca. Victoria se había tomado muy en serio mi extraña enfermedad, y no me dejaba salir de casa, ni recibir visitas, a menos que ella estuviera presente

Mi boca comenzó a sentirse seca, y las partes que podía sentir en mi cuerpo no paraban de temblar

-Hola -saludó Edward entrando a la casa, acompañado de su amigo. Llevaba puesto un par de jeans rasgados claros, y una camiseta completamente blanca -. Hola...¿Isa? -Su expresión se volvió pensativa, intentando recordar mi nombre

Me limité únicamente a sonreírle, haciendo un leve movimiento de cabeza en forma de saludo. Estaba demasiado ansiosa y angustiada por la presencia de esos chicos en mi casa, que aún estaba pensando cómo debería reaccionar

-Ho...hola -saludé sintiendo la desesperación apoderarse de mí

El chico junto a él solo observando a su amigo en silencio, como si vigilara que hiciera o dijera algo estúpido frente a mí. Realmente ninguno parecía ser alguien tan malo como para querer atacarme, pero sentía que no me podía confiar de ellos