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¿La historia de mi vida? Claro; iniciemos por mi nombre: Dayana Judith Black Morrison. ¿Edad? 22 años. ¿En dónde nací? Nacida y crecida en Italia, hasta que decidí radicar¹ en México por un tiempo. Gracias a los misteriosos caminos de la vida retorne hacia Italia hace un tiempo y mi vida ha mejorado increíblemente incluso si al principio mi existencia era nula y vacía. ¿Cómo empezó todo? Bueno es gracioso...

[3 años atrás]

—¿Una solterona? ¿Yo? ¿Pueden creerlo?—Los miré esperando una respuesta.

—¡Woff! ¡Woff!—

Ambos perros me miraron sacando la lengua por el calor que les provocó haber corrido.

—Claro...¿por qué estoy hablando con ustedes?—

Ambos perros siguieron corriendo dejándome sola y sentada viendo a la nada.

—Acabo de perder media hora platicando con dos perros que ni siquiera son míos...—

Me levanté y tome mis cosas para dirigirme hacia mi casa. Caminé durante unos minutos y llegué a mi vivienda. Abrí la puerta y trate de entrar sin hacer ruido.

—¿A dónde fuiste, Dayana? Estábamos teniendo una platica, no puedes irte y dejar a las personas con la palabra en la boca.—Héctor (papá)

—A cualquier lugar en dónde no estén ustedes. Y claro que no, ustedes tenían una platica, no yo.—

—Si te dijimos aquello es por tu bien, Dayana.—Carolina (mamá)

¡¿Por mi bien?! ¡¿POR MI BIEN?!

—¡Claro que no, ven por el bien de ustedes! ¡¿Creen que llamándome solterona y dejando que cualquiera me humille encontraré un esposo?! ¡Tengo 19 años, por Dios! ¡Si tantas ganas tienen de obtener una gran posición social y un gran capital busquense un esposo ustedes!—

Subí corriendo las escaleras hasta a mi habitación.

—¡Dayana, regresa acá!—Carolina

—¡Jodanse los dos!—

Tome mi celular y me recosté a ver cualquier cosa que me distragiera de mi realidad.

—Dayana, tenemos que hablar. ¿Crees que ése es el comportamiento que una señorita debería tener? Palabras como "jodanse" —hizo una mueca—no deben existir en tu léxico. Si algún hombre te escuchará hablar así...Dios, no me imagino cuanto tardaremos en encontrar un buen esposo para ti.—Carolina

Wow, la gran mujer, profesional y elegante además de poseedora de fantásticos modales, entrando a una habitación sin tocar antes la puerta.

—Carolina, sal de mi habitación antes de que te enseñe todas las palabras que no quieres que existan en mi léxico.—

—Dayana, dame algo del respeto que te inculcalmos aquí. —sento su trasero operado en mi cama y tomó mi brazo con "cariño". Tu padre y yo estuvimos hablando. Dejaremos que busques a tu propio esposo.—Carolina

Fantástico.

—Perfecto, entonces empezaré a buscar en 10 años. Ahora, SAL DE MI PUTA HABITACIÓN.—

Sin ningún aviso golpeó mi mejilla con su mano y se levantó.

—Tú y yo nunca nos vamos a entender, ¿cierto?. No es posible que seas mi hija...—sobo su mano y me miró con asco—Tienes seis meses para buscar un buen esposo o nosotros te casaremos con la persona de nuestra preferencia.—Carolina

—¿Tienes alguna otra cosa que decir? ¿Alguna otra agresión que quieras cometer en contra mío?—Dayana

—Así es como debes hablar, Dayana. Con un léxico perfecto...—camino hacia la puerta—Bien, ya dije lo que tenía que decir así que me voy.—Carolina
 
Salió de mi habitación pero asomo su cabeza antes de cerrar la puerta.

¿𝑼𝑵𝑨 𝑪𝑯𝑰𝑪𝑨 𝑴𝑨𝑳𝑨?|ᵀᴱᴿᴹᴵᴺᴬᴰᴬ|Where stories live. Discover now