carmen

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-Abue ya llegue, perdón por llegar tarde, hoy tuve un fuerte entrenamiento en el campo- dice Carl mientras entra a su casa

-no te preocupes hijo, que bueno que llegas podrías pasarme aquel tornillo- dice un señor de avanzada edad mientras se tambalea sobre una escalera

-abue te he dicho mil veces que no subas escaleras un dia podrias caerte- sujetando la silla -yo hare esto tu ve y descansa-

-no soy un viejito tonto, yo aun tengo fuerza en estos polvorientos huesos, no olvides que yo te enseñe todo lo que sabes- riéndose

-lose, lose abuelo pero eres mi tesoro mas preciado y moriría si algo te pasa, desde que mis padres murieron tu has sido el único que a estado conmigo, así que solo lo hago por tu bien- dice mientras le ayuda a bajar y luego le da un abrazo -porfabor nunca me dejes-

-yo nunca me iré hijo mío- sonriendo -pero si me voy alimenta al gato, shubetas es un gran minino-

-si abuelo- riendo

No siempre se puede ser feliz, podrías tener todo el dinero y fama del mundo y aun así te seguirías ahogando en tus propias lagrimas, podrias tenerlo todo y seguirías sintiendote con nada.

Carmen estaba tan arta de las personas de este mundo, solo quería que se quedaran sin aire y murieran de una vez, estaba tan arta de resignarse y aceptar los malos tratos, tan cansada de vivir.

mirarlos me arta, antes me dolia ahora me provoca naucias, quisiera que pudieran saber lo estúpidos que se ven al creer que eso durara por siempre -estúpidos-

-¿que?- dice una chica que estaba sentada cerca a Carmen

-nada- metete en tus asuntos

-yo tampoco los soporto, aveces son tan inmaduros, mi nombre es Yuli-

Y asi fue como una nueva chica cayo en las garras de Carmen. Ella era morenita, de pelo chino y de baja estatura,no era mala pero Carmen tampoco lo era, el mundo nos cambia a todos tarde o temprano.

Carmen.