ocho

1.7K 239 18
                                    

Dos meses durmió Bills,antes de despertar esa tarde con la huella del pequeño beso,en el costado de la boca, que le dió Kaori.Se quedó sentado en la cama hasta que Whis apareció,como de costumbre. Le pidió que le preparará el baño para refrescarse y se quedó sumergido en ese estanque un buen rato. El agua era agradable y se relajo, pero esa mujer no salia de su mente. Muchos eran los sueños que visitaban su mente en esas largas jornadas de sueño,pero nunca lograba recordarlos todos. En esa oportunidad hubo uno que si y no era una premonición,
sino un recuerdo. Hace mucho,
pero realmente mucho tiempo, conoció a una mujer que era una fuerte guerrera del universo siete y de la que estuvo interesado (no usaba la palabra enamorado,aun cuando esa era la correcta) Se llevaba bien con ella,compartían y todas esas cosas,mas cuando él le confesó que sentía por ella, aquella mujer lo rechazó: "Un verdugo no ama,Bills" le dijo esa persona y lo dejó.Lo peor es que poco después de eso,el planeta de esa mujer se vio envuelto en un problema que lo obligó a destruirlo con ella ahí. Esa era su función. Destruir planetas en el que siempre había gente buena e inocentes,que pagaban las consecuencias de las acciones de otros o sufrían el flagelo de su propia naturaleza. El poder de la destrucción no era comparable al de sólo quitar una vida,pero los mortales difícilmente lo entenderian.

-¿Qué pasa señor Bills? Está algo pensativo-le dijo Whis.

-Tengo hambre-respondió como sino hubiera oído la pregunta ni el comentario.

Whis lució fastidiado. Conocía lo suficiente al dios para saber que esa muchacha, no le era indiferente y que probablemente ella ocupaba sus pensamientos en ese momento. El ángel siempre era capaz de arrancar la verdad de boca de su señor,pero en esa oportunidad prefirió no hacerlo. Le tenía preparada la comida desde hace horas,pues el pez oráculo le advirtió del despertar del dios y él había alistado todo. Lo vio comer con el ánimo de siempre y llenarse el estómago con la mayoría de los alimentos que preparó,hasta quedar satisfecho. Whis sabía que Bills siempre tenía espacio para un bocadillo y fue hasta la nevera para sacar una cajita de color negro,con lunares dorados que puso en la mesa con mucho cuidado. El dios miro la caja con curiosidad y le preguntó al ángel qué había en aquel paquete.

-¿Qué tienes ahí?-le preguntó Bills.

-Son unos dulces que traje de un paseo que hice a un planeta no muy distante-le respondió Whis, abriendo la caja.

Un olor muy dulce salió de allí y Bills se asomó a ver. A simple vista parecían unas bolitas cubierta de polvo blanco,pero Whis le dijo que aquello era azúcar molida. El díos tomó uno entre los dedos, lo aplastó un poco y una pasta escurríó del interior. Con cierta desconfianza se lo llevó a la boca y sintió un cosquilleo en el paladar.

-¡Esto está delicioso!-exclamó e intentó tomar otro,pero Whis le cerro la caja.

-Lo siento,esto es un regalo que me han hecho-le dijo el ángel.

-No seas mezquino ¡Tú siempre vas a comer a casa de Bulma y ella te da comida deliciosa!-le señalo Bills cruzando los brazos, pero entonces observó con detenimiento al ángel-Dijiste que conseguiste estos dulces en un planeta no muy distante y luego que fueron un obsequio ¿Cúal de las dos versiones es la real y por qué me estás mintiendo,Whis?

El ángel torció la boca mirando hacia el techo y Bills intensificó su mirada de inquisidor.

-Whis-le llamó el dios.

-¿Recuerda a la señorita Kaori? Ella volvió a ese planeta,en que  la encontramos y con el pago que usted le dió compro un hotel.Ahi hay un restaurante con un Chef excelente-le dijo el ángel con entusiasmo.

-Asi que la señorita Kaori-murmuró Bills.

-Me dijo que sólo le tomaría dos semanas lograr poner ese lugar en marcha y me invitó a la inauguración. Después de eso he vuelto un par de veces-le explicó Whis.

-Entonces te has estado viendo con ella ¿No?

-Bueno es una forma de decirlo supongo,pero yo solo he...

-¡Quiero ir!-le dijo Bills poniéndose de pie -Llévame ahora. Quiero probar esa deliciosa comida...

-¿Seguro que no quiere probar algo más?-le preguntó Whis, como si se le hubiera escapado un pensamiento.

-¿Dijiste algo?

-No,nada señor Bills.

Partieron al lugar. Estaba a una hora y tercio de distancia. El edificio se veía bastante bién y algunos empleados saludaron al ángel. Le preguntaron si queria la mesa de siempre y él dijo que si.

-¿No que sólo fueron un par de veces?-le cuestionó el díos y el ángel no respondió.

Se sentaron en un cubículo privado bastante agradable. Estaba decorado de forma elegante,pero también acogedora.Whis sabía muy bien como funcionaba todo en ese lugar,como también que platillos pedir. Pronto la mesa se llenó de suculentos alimentos que fueron del agrado del dios, que comía con prudencia y de forma bastante calmada,como si estuviera haciendo tiempo; aguardando algo. Whis lo miraba de reojo,sabia que era lo que su señor esperaba y sabía cómo hacer que ocurriera,le dijo algo al oído al camarero que rápidamente se alejó.

-Le pedí que trajera un platillo muy especial-le dijo el ángel al dios cuando esté lo miro.

-¿De que se trata? ¿Es algún postre? Me gustaría algo así ahora...

-No,no es ningún postre,pero estoy seguro le gustara bastante-le dijo Whis.

-Que se den prisa entonces-dijo Bills,ansioso por saber que era lo que Whis envío a traer.

A los cinco minutos apareció ella. Llevaba un vestido negro sobre la rodilla y unas botas no muy altas, el cabello tomado con una cola y un antifaz,pues venía de la fiesta que se realizaba en el salón de eventos. Se lo quitó y miró a Bills con curiosidad mientras que este, se quedó quieto viéndola mientras apoyaba el rostro en la mano.

-Hola Bills-le dijo ella.

-Hola Kaori...

Corazón de VerdugoWhere stories live. Discover now