5. Cruzando los límites

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5. Cruzando los límites



 

POV. Jacob



No me costó demasiado convencer a Sam, al menos, no tanto como yo esperaba. La verdad es que mi situación debería de verse horrible desde la posición de mis camaradas.



Corrí a mi casa y me cambié de ropa. Fuera llovía con fuerza y no era plan de jugar al béisbol con los Cullen con mis típicos pantalones hasta las rodillas. Rebusqué en lo más hondo de mi armario hasta dar con un chándal que no se me había quedado pequeño aún y una camiseta. Pero antes de terminar de metérmela por la cabeza, escuché el rugido de un potente motor fuera.



Al salir, me quedé asombrado.



Allí, a pocos pasos de la entrada de mi casa, había un Jeep gigantesco. Las llantas eran enormes, protectores metálicos recubrían las luces traseras y delanteras, además de llevar cuatro enormes faros antiniebla sujetos al guardabarros. El techo era de color rojo brillante.



No pude evitar silbar-vaya pedazo de Jeep que tienes...-dije a Edward que me esperaba al lado de la puerta del piloto.



-Es de Emmett. No sabes a donde vamos, así que he venido a buscarte y mi coche no es bueno en campo a través.



-Te aseguro que te habría encontrado en cualquier parte-dije embobado mirándole a el en vez de al vehículo. Aunque caían chuzos de punta, él estaba ahí de pie, con el mismo aspecto de un modelo en un anuncio de impermeables.



-Bueno, si prefieres ir caminando...



-¡No!, iré contigo-corrí al otro lado del Jeep y subí en el asiento del copiloto-¿dónde guardáis éste tanque?-pregunté una vez dentro. No me preocupaba mojarle los asientos porque ya la lluvia se evaporaba al rozar mi piel.



-Hemos remodelado uno de los edificios exteriores para convertirlo en garaje.



-Es una pasada...-pasé mis manos por la guantera.



-Aún así, parte del camino tendremos que hacerlo caminando-me advirtió.



-No pasa nada. Gracias por venir a buscarme.



Era verdad lo que Edward había dicho. Después de dejar el coche, caminamos durante unos minutos. Hasta que, a través de varios helechos mojados y musgos que cubrían un enorme abeto, de pronto, nos encontramos allí, al borde de un inmenso campo abierto en la ladera de los montes Olympic. Tenía dos veces el tamaño de un estadio de béisbol.



Allí vi a todos los demás; Esme, los que supuse eran Emmett y Rosalie, sentados en una lisa roca salediza, más cerca de nosotros, a unos cien metros. Aún más lejos, a unos cuatrocientos metros, se veía a Jasper y Alice, que parecían lanzarse algo el uno al otro, aunque si era una bola, se me hacía muy difícil poder verla a tal rapidez. Parecía que Carlisle estuviera marcando las bases, pero ¿realmente podía estar poniéndolas tan separadas unas de otras?



Los tres que se encontraban sobre la roca se levantaron cuando estuvimos a la vista. Esme se acercó hacia nosotros y Emmett la siguió a la par que Rosalie. La vampira rubia se había levantado con gracia y avanzaba a grandes pasos.



-Hola Jacob- dijo Esme conforme se acercaba.



-Así que eres tú el que dejó esa peste por todo nuestro hogar-apreció Emmett, pero sonriente-dejaron entrar al perro en casa-alzó la mano en mi dirección y le choqué la palma con la mía.



Novilunio (Jacob Black x Edward Cullen-Slash)Where stories live. Discover now