17. Una visita indeseada

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17. Una visita indeseada

 

POV. Jacob

Emmett y Rosalie enviaron individuos sueltos, cualquiera de los amigos nómadas de Carlisle que pudieron localizar.

El primero en acudir fue Garrett, un vampiro larguirucho, de ademanes impacientes, ojos del color del rubí y una melena rubia que anudaba a la nuca con una cuerda de cuero. Rápidamente, llegué a la conclusión de que era un aventurero. Mary y Randall también vinieron y eran amigas ya, aunque no viajaban juntas. Escucharon la historia de E.J. y se quedaron para atestiguar, igual que los demás. Consideraban su actuación en el caso de que los Vulturis no se detuvieran a escuchar explicaciones. Los tres nómadas jugaban con la idea de permanecer con nosotros.

Carlisle y Esme regresaron al cabo de una semana, mientras que Emmett y Rosalie lo hicieron unos cuantos días más tarde. Todos nos sentimos mejor cuando llegaron a casa. Carlisle trajo con él un amigo más. Alistair era un vampiro inglés introvertido que contaba con Carlisle como su relación más cercana, aunque apenas podía soportar más de una visita al siglo. Alistair prefería con diferencia vagabundear a solas y Carlisle tuvo que recordarle un montón de favores que le había hecho para conseguir que viniera. Rechazaba toda compañía y quedó claro que no tenía muchos admiradores entre los aquelarres reunidos. El inquietante vampiro de pelo negro creyó en la palabra de Carlisle sobre el origen de E.J., pero rehusó, como Amun, tocar al niño. Edward nos dijo a Carlisle, Esme y a mi que Alistair tenía miedo de estar allí, pero más aún temía no conocer el resultado de este asunto. Recelaba profundamente de todo tipo de autoridad, y en especial era suspicaz respecto a los Vulturis.

Y entonces llegaron otro par de amigos inesperados. Inesperados, porque ni Carlisle ni Esme habían podido ponerse en contacto con las vampiras del Amazonas.

-Carlisle- saludó una de ellas.

Eran dos mujeres muy altas y de aspecto salvaje. Saludó la de mayor estatura de las dos. Parecía como si ambas hubieran sido estiradas, con sus piernas y brazos largos, largos dedos, largas trenzas negras y caras alargadas con narices alargadas también. No llevaban nada más que pieles de animales, túnicas amplias y pantalones ceñidos que se ataban a los lados con correas de cuero. No sólo eran sus ropas excéntricas las que les daban ese aspecto salvaje, sino todo lo que les rodeaba, desde sus incansables ojos de color escarlata a sus movimientos súbitos y apresurados. Nunca había visto unos vampiros menos civilizados.

Pero las había enviado Alice, y eso eran noticias interesantes. Alice andaba por Sudamérica pues.

-¡Zafrina, Senna!, pero ¿dónde está Kachiri?-preguntó Carlisle- nunca os había visto a las tres separadas.

-Alice nos dijo que necesitábamos separarnos-contestó Zafrina con una voz ruda y grave-es muy incómodo estar así, pero Alice nos aseguró que nos necesitabais aquí, mientras que ella necesitaba mucho a Kachiri en otro lugar. Eso fue todo lo que pudo decirnos.

Novilunio (Jacob Black x Edward Cullen-Slash)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora