Iluminación sabor a amistad

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—¡Salud!

Las copas chocaron con alegría y el contenido se derramó un poco por el entusiasmo que teníamos. Mi nariz se deleitó con el delicioso aroma frutal del vino tinto y no dudé en llevármelo a los labios, el exquisito sabor se extendió por toda mi boca y garganta.

—Les dije que esta iba a ser nuestra gran oportunidad —dije, apoyado en el escritorio.

—Y no te equivocaste —dijo Eriol, bebiendo de su copa—. Después de este evento, nuestra cartera de clientes crecerá mucho más.

—Esos sujetos nunca tuvieron oportunidad contra mí. ¡Fui terriblemente encantador! —dijo Koji, en tono arrogante haciéndonos reír y volvimos a brindar.

¡Dios! Estaba en el jodido paraíso. Acabábamos de recibir la noticia de que fuimos los ganadores del concurso de Dreamarts y por eso ¡el evento era nuestro! Esto sería un gran trampolín que nos llevaría rápidamente a la cima y no dudaba de que fuera así porque contaba con un valioso equipo que estaba seguro se sumaría a esto conmigo. ¡Esa noche, el nombre de nuestra pastelería brillaría como nunca!

—Lo único que me tiene preocupado... es la reunión del martes —dije, bebiendo un trago.

—Es a las dos, ¿no? —Asentí a Eriol—. Creo que todos podemos asistir, así que no habrá ningún problema.

—El asunto es que Misato Kadoi me dijo que estaría allí y espera conocerme en persona... Pero ella ya me conoció como "Xiang". —Definitivamente, esa mujer me ponía nervioso, parecía saber más de lo que aparentaba.

—Podríamos decir que "Xiang" es tu nombre artístico como maestro pastelero —dijo Takeshi—. Yo tengo uno, en el medio me conocen de esa forma y no como Takeshi Yamasaki.

Hice una mueca... ya bastante tenía con el asunto de mantener esta estúpida mentira delante de Sakura y su hijo para lanzarme a los hombros también a los de la editorial. No... debía buscar una forma de salir de esta mierda de mentira sin que nuestro evento se viera perjudicado.

—Bueno, ya pensaremos en algo, pero no será hoy ¡porque vamos a celebrar esta noche! —dijo Koji, guindándose de mi hombro.

—¡Así se habla!

—Tú no te mandas solo, cuatro ojos —dije, tratando de picarlo—. Tienes que pedirle permiso a tu esposa primero.

—Ya te dije que tengo formas de convencerla que involucran una cama y nada de ropa. — ¡Ah mierda! ¡Me hice una jodida imagen en la cabeza!

—Ume está de viaje con los niños esta semana. Así que ¡estoy dentro! —dijo Takeshi, terminando de beberse el contenido de la copa.

Koji era el más inmaduro de los cuatro, pero debía admitir que a veces tenía buenas ideas. Teníamos tiempo que no salíamos a divertirnos juntos porque estábamos entregados de lleno a la pastelería y nos desvivíamos por hacerla crecer. Así que... sí, él tenía razón. Nos merecíamos una buena noche de diversión.

—Eres un bastardo, Shaoran. ¿Cómo te atreves a esconder esta delicia? Quiero otra copa. ―Y hasta allí llegaba el halago para el idiota.

—Se llama tener una reserva, imbécil. Y se supone que son para ocasiones especiales como esta.

—Pues vas a tener que regalarme una botella porque está muy bueno.

Hice una mueca. Yo no era un hombre que tomara con frecuencia, pero si sabía apreciar un buen vino y me gustaba coleccionarlos. Algunos los tenía aquí en la oficina y los más valiosos y deliciosos los tenía en casa. Obviamente, no estaba dispuesto a darle una de mis preciadas botellas de vino. ¡Ni pendejo que fuera!

Musa de chocolate y cerezasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora