Capítulo 18

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Bajaron las cajas del helicóptero una vez que llegaron a un pequeño claro en mitad de un bosque, vaciaron la mochila para colocarlos en las cajas ya que así era más fácil; pero cuando Tomee Bear vio su estado empezó a bombardearle con preguntas por lo cual tuvo que irse detrás de unos árboles para que no le vieran como un loco, además de que aprovechaba para que su brazo descansara y ya veía como un hilo de sangre ya caía por su brazo. Hizo una pequeña mueca ya que eso supondría tener que ir a la enfermería en la Rebelión.

Guardó su oso de felpa cuando éste ya había terminado de discutir solo, lo dejó con cuidado en la mochila antes de colocárselo en su espalda y salir de detrás de los árboles. Se dio cuenta que la venda casera ya no servía de nada así que se la sacó por si acaso contraía una infección.

-¿Señor? -La voz de Luis le hizo voltear hacia donde descansaban las cajas que habían sacado, Luis dejaba la caja a un lado siendo ayudado por su prima.

-Voy a por la última. -Avisó Mar antes de ir al helicóptero nuevamente.

El de lentes se quedó mirando al de ojos ámbar en silencio logrando incomodar al contrario quien se acercaba a él.

-Bueno, en un principio quería disculparme por haber arruinado la misión...

-No, está bien -dijo interrumpiendo al otro.-, entiendo por qué lo hiciste, es tu familia después de todo. Me puse nervioso antes... Yo también haría eso por mi familia.

Luis dio una sonrisa antes de abrazar al mayor sacándole un quejido.

-¿Qué tal la herida? -Quiso saber mirando aquel brazo que ya estaba lleno de sangre.- Tiene mala pinta...

-Sí, tendré que ir a la enfermería. -Respondió antes de separarse del abrazo que le proporcionaba el contrario.

El joven hizo una mueca antes de ver como su familiar intentaba tirar la caja por el helicóptero.

-¡Mar, cuidado! -Corrió a ayudar dejando a Tom allí.

Su vista volvió a su herida, del agujero seguía saliendo sangre; aquello ya no era normal. Se subió la manga con cuidado hasta llegar el agujero, parecía ayudar en tapar la hemorragia. Escuchó como Luis y Mar intentaban bajar la caja pero no podían. Se acercó a ellos viendo como Luis tiraba de la caja como podía mientras que Mar empujaba desde el interior del helicóptero.

-¿Queréis ayuda?

-No... No hace falta, señor. -Dijo Luis aguantando el peso y tirando de ella.

-Además, estás herido. -Añadió Mar sin dejar de empujar la caja, se había quedado atascada.

Tom dio un suspiro antes de empujar desde una esquina hacia abajo logrando que la caja se inclinara bajando del helicóptero; los primos se quedaron mirando la caja antes de que Mar le diera una patada a la caja logrando que cayera del todo afuera. Entre los tres levantaron la caja aunque Tom no forzó su brazo derecho, ya había perdido mucha sangre. Llevaron la caja con el resto donde lo dejaron con cuidado.

-He hablado con mi tío, ya llegarán dentro de no mucho -habló Luis una vez bajaron la caja al suelo.-, también pedí que trajeran un botiquín.

-Podía aguantar hasta la base. -Comentó Tom mirando su brazo ensangrentado.

-Estamos llenos de polvo, podría infectarse, cuanto antes te atiendan mejor. -Objetó Mar mirando aquella herida.

-Supongo que tienes razón. -El de lentes se acercó un poco a las cajas.- Y ahora, Mar, ¿puedes mover el helicóptero más allá para hacerlo explotar?

-Sí, claro. -La de cabello corto se movió de su lugar pero al comprender lo que quería hacer se quedó mirando al mayor.- Espera, ¿qué?

-El helicóptero nos sirve para futuras batallas, señor. -Interrumpió Luis mirando al mayor.

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