- 15 -

4.2K 487 279
                                    

Todo está yendo mal y no parece que vaya a mejorar en un futuro cercano.

Después de mi primera tarde dibujando a Jungkook, me permití el lujo de pensar que, quizá, solo quizá, podía seguir fingiendo. Que tengo dos piernas. Que ver a Jungkook no hace que se me encoja el estómago. Aunque la ilusión me duró exactamente un día.

En la clase del día siguiente, una de las alumnas más aplicadas le entregó a nuestro profesor de Talento Artístico el desnudo que pidió. Se puso con una de sus amigas y decidió hacer un desnudo parcial en el que se veía a la chica de espaldas, con un moño que dejaba algunos mechones caer desordenados por el lateral de la cara que se podía apreciar. Y lo sé porque, aunque era un cuadro con una técnica maravillosa, el profesor nos lo enseñó a todos como ejemplo de lo que no había que hacer.

Quiere que nos desnudemos para otra persona y que esa otra persona pueda captarlo a la perfección. Que se acostumbre a pintar aquellas partes que, normalmente, ocultaríamos.

Jungkook se puso un poco nervioso cuando fuimos a enseñarle el boceto que había hecho la tarde anterior, pero nos dio el visto bueno. A parecer, que Jungkook se tapase su intimidad no le parece problema, porque no nos puede pedir exponer una parte tan delicada... Pero sí el resto del cuerpo. En sus palabras "lo que mostraríais si fueseis en bikini a una piscina".

No tuve el valor para preguntarle si podríamos ocultar alguna otra parte, como una pierna o un brazo, porque sabía que me iba a delatar. Así que me callé y pensé el resto del día cómo narices iba a posar sin que se me viese la prótesis.

Todo fue a peor cuando, esa misma tarde, Ahn le propuso a Jungkook, y solo a Jungkook, volver a ir de fiesta. Al mismo sitio que la otra vez. Como Jungkook no puede decir que no a nada, aparentemente, dijo con la boca pequeña que era buena idea. Y yo, que no podía soportar estar toda la noche pensando en qué estarían haciendo los dos solos de fiesta, me autoinvité. Supongo que es un modo de comprobar si, finalmente, están saliendo, pero no sé si me va a gustar lo que descubra.

Al final, por unas cosas o por otras, Ahn le dijo a Jungkook que invitase a su compañero de cuarto, y tengo la extraña sensación de que lo hizo para poder quitarme de en medio.

Así que ahora estamos de camino al dichoso sitio de la fiesta y ellos caminan por delante, despampanantes, mientras yo voy enganchada al brazo de Namjoon como si fuese el ancla que me mantuviese cuerda.

Ahn va vestida de cuero rojo y Jungkook, como casi siempre, va de negro, con unos vaqueros rasgados y una camiseta que le queda muy bien. Aunque parece que se ha puesto de acuerdo con ella, porque lleva también rojo en su chaqueta de cuero. Supongo que son cosas de pareja.

Me empiezo a morder las uñas antes incluso de llegar y sigo haciéndolo cuando me siento en un taburete de la barra con Namjoon a mi lado.

—No me dejes beber más de una —le pido, aunque ya tengo mi primera copa en la mano. Él suelta una risa suave y mira a la pista, lo que me obliga a mí a hacer lo mismo. Y veo a Ahn: sonriente, preciosa y brillante, como me gustaría estar a mí, al lado de Jungkook. Como me gustaría estar a mí.

—¿Tienes pensado acercarte en algún momento a él? —pregunta, y yo niego tan frenéticamente que se vuelve a reír—. Entonces supongo que acabaremos en urgencias.

—¿Por qué? —pregunto, abriendo los ojos.

—Por tus dedos, te vas a quedar sin ellos como sigas mordiendo con esa insistencia —medio grita, porque no se puede hablar más bajo, y me sujeta de las manos para que deje de hacerlo—. No lo hablaste con él, ¿verdad? —yo niego, y él chasquea la lengua—. ¿Y qué pretendes, seguir mirando y dejando que todo lo que sientes te coma por dentro?

The ghost of it - jjk, myg, pjmWhere stories live. Discover now