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Pensé irme de ahí pero no quiero verme intimidada.

Entré al lugar donde anteriormente Adrián se había encaminado, lo busqué con la mirada chocando con una espalda ancha, vestido de una forma increíblemente a la moda, cabello desordenado y su mirada perdida en el menú.

He pensado mucho en lo que dice Sarah y a veces siento que de tanto repetirlo me está pasando probablemente un poco.

"Te está gustando Adrián y no lo puedes negar porque sabes que es cierto".

Siendo de otra forma, ¿por qué mi corazón se aceleró de tal manera cuando me dijo todo eso?, ¿por qué me encanta que me llame "pequeño angel"? o ¿por qué no me veo capaz de aclarar las cosas?.

No les voy a mentir, Adrián es un príncipe de chamo, todo lo que planea hacer al día siguiente ya lo tiene montado, siempre está tan pendiente de mí y llega un momento donde esa atención acostumbra, te tenta de una forma increíble; y eso me hace sentir mal porque aunque Adrián me consienta, Chris me tiene. Él es algo más, él es ese algo que me mueve el piso y por el que estoy a punto de volverme loca.

Chris siempre tendrá la delantera en cualquier aspecto.

Camino hacia el moreno y me siento frente a él, me ve, sonríe y vuelve su vista al menú.

No entiendo por qué coñO SE TIENE QUE VER TAN SEXY.

O sea papi, para que por fa.

Me reí por mis pensamientos llamando de nuevo toda su atención, cerró el menú dejando sobre la mesa sus manos.

Tiene puesta la pulsera que le regalé; el día que la compré fuimos a una feria aquí en New York, caminamos de una forma para nada normal y en todos los puestos que pasábamos él decidía comprarme algo.

De hecho, una de las cosas que me compró fue un adorno para la nevera, yo se lo di a mi mamá y desde entonces ella lo ama.

El punto es que entre todas nuestras conversaciones tocamos el tema de las estrellas, constelaciones y lo hermoso que luce el cielo de noche. En uno de los puestos una señora tenía un brazalete con una luna, lo compré y se lo obsequié.

Su reacción fue demasiado linda, él me miraba sosteniendo su regalo y lo increíble era que su sonrisa brillaba más que el propio brazalete.

Ese día me abrazó diferente, o por lo menos yo lo sentí distinto. Se sintió más cálido de lo normal y desde entonces su sonrisa es un regalo eterno.

- luces hermosa, no es nada nuevo viniendo de ti, pero igual te ves increíble. - moví mi pie incomoda pero agradecí - no hay de qué pequeño angel. - sonreí.

- que pedirás?. - pregunté y el desvió su mirada a la puerta que dirige a la cocina del lugar.

- comeré waffles y tocino. - su mirada buscaba posarse en cualquier otro lugar que no fuera la mía. - que me dices tú?. - volvió a ver el menú y yo lo imité.

- yo. - revisaba cada platillo pensando si realmente sabían bien - pediré una pizza y una ensalada de frutas para seguir la dieta. - el rió fuerte llamando la atención de una chica que estaba sentada frente a nosotros.

Ella me miró fijo, luego detalló a Adrián, sacó su teléfono y luego decidió tomarnos una foto para nada disimulada.

Ay dios, si ella pública esa foto y Chris la ve, me meteré en alto problema.

- me parece bien. - le hizo señas a la chica para que nos atendiera, le dijo nuestra orden y se retiró - Sarah y tú irán a Francia, cierto?. - asentí.

Lacra Who? | Chris Evans [completa ✔️]Where stories live. Discover now