Capítulo 13

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Candy se recostó cansinamente sobre las almohadas, no tenía fuerzas para moverse y el dolor en su tobillo y en su codo comenzó a sentirse de nueva cuenta.

Neil se inclinó sobre ella para acomodar sus mantas pero se detuvo, asombrado por el gesto de rechazo que se reflejaba en los ojos verdes.

-¡¿Y ahora qué?!.- Preguntó con irritación. –Esa mirada...¿Qué significa?.-

Neil se puso de pie junto a ella y trató de recordar la razón por la que Candy podía sentirse molesta y de inmediato lo recordó.

-¡Ah, eso! - Se rio,- bueno, tú tuviste la culpa, Candy créeme, cualquier otro hombre en mi lugar no se hubiera detenido.-

-¡Eres un ser despreciable!.-

-¿Ser despreciable? ¿Por qué?...? si tú misma estabas preparada para lo que sucedería después, me invitaste a pasar a tu departamento y de repente cambiaste de opinión...¡por supuesto que me enojé!.-

-¿Yo?...¿que yo te invité dices? –

-¡Pues claro!...después, siguiendo el típico comportamiento de las mujeres, decidiste que todo estaba sucediendo demasiado rápido y querías que yo retrocediera.-

Candy parpadeó sin comprender a lo que el moreno se estaba refiriendo y por alguna razón Neil se incomodó al ver la expresión de la chica...¿acaso estaba equivocado? ¿No es ella realmente tan experimentada como él pensaba?.

-Yo ... yo ni siquiera sabía que lo que sucedería ... que alguien pudiera comportarse de esa manera ... .-susurró la pecosa, sus ojos lucían apesadumbrados, muy probablemente recodando lo que pasó esa noche.

¿Estaba él tan equivocado?, ¡esto no puede ser! ... era necesario aclararlo y Leagan no pudo evitar hacer la última pregunta:

-Candy, escúchame, eso significa que nadie ... ¿nadie te ha besado como lo hice ayer?.–

-¡Por supuesto que no! .-Ella gritó, temblando de resentimiento y rabia. -¡Nadie se atrevería a tanto!... Eres un descarado terrible y sucio.-.

Candy se cubrió la cara con las manos y lloró de nuevo escondiendo su cara en las almohadas. Neil realmente se sintió como un monstruo, pero por otro lado también se sintió como un millonario al que le dan la noticia de que ha caído en la bancarrota y de repente le avisan que todo ha sido un error y es millonario de nuevo.

Nunca había soñado que Candy estuviera reservada para él, cuantas veces se atormentó cuando miraba hacia las ventanas de su departamento y distinguía una figura masculina junto a la pecosa...¡Oh, estos terribles celos!, Candy y ese vagabundo...Candy y este actor, Candy de todos...menos de él.

Otros hombres besaron sus labios, otras manos acariciaron su amado cuerpo ... pero ahora ésta deliciosa confesión...¡ella es inocente y él la asustó!.-

Por supuesto, la amaba como ella era de todos modos. Se había consolado con la idea de que no sería el primero, pero sí sería el último y ella olvidaría a sus anteriores amantes, esos eran pensamientos muy dolorosos, pero él los aceptó, apretando los dientes estuvo de acuerdo con esto ... lo principal es conquistar un alma, no un cuerpo: y ahora ahí está...¡su codiciado premio!...un regalo del cielo, era como un milagro.

Sí, es un milagro que William no la tocara, que respetara a la flor que había abierto sus pétalos frente a él en todo su esplendor.

Es genial que este actor estuviera lejos y tampoco tuviera tiempo para destruir su inocencia.

Pero él lo hará, ¡Sí, ella solo será para él!...para siempre. Pero ahora debe comportarse de manera diferente. No puede asustarla aún más.

Vorágine de pasiónWhere stories live. Discover now