❥ Capítulo 11

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Y ahí estaba de pie frente al departamento que sería su nuevo hogar.

Era bonito. Un edificio blanco con un pequeño balcón y un jardín delantero, además de un estacionamiento, que claramente ellos no utilizarían porque no tenía vehículo propio. El que siempre usaba era del esposo de su hermano.

Miró al hombre que ayudaba a Chan a bajar las pocas cajas que llevaban y las maletas de Innie junto a las suyas.

-¿Eso es todo?-pregunto el hombre de barba mientras se pasaba el dedo derecho por el oído-¿No hay nada más? ¿Sillones? ¿Mesas?

Minho negó un poco apenado, no tenía nada más que un colchón, ropa de cama, algunos juegos de loza que su jefe Felix le había regalado y muchísimos juguetes de su hijo.

-Esta ha sido la mudanza más corta que he hecho en mi vida-sonrío el hombre cerrando las puertas del pequeño camión blanco-Pero aun así deben pagarme el servicio completo.

-Por supuesto-Minho se adelanto para poder saldar cuentas a un lado del vehículo blanco.

Chan por su parte se acerco hasta Jeongin quién estaba sentado en la pequeña escalerita que daba a la entrada del edificio.

-Creo que Presidente Oso tendrá su propia habitación.

-No queye.

Y Chan lo comprendió. Jeongin no tenía ningún problema con las vocales, tampoco con las consonantes, era un problema que iba más allá. Cada cambio que estresaba o preocupada a Minho también lo hacía en su hijo, es por eso que Jeongin en vez de avanzar, retrocedía.

-Ahora tendrás tu propia habitación, ¿No es genial?-insistió.

Jeongin se abrazo más al pequeño oso de felpa para mirar a su tío y negar frenéticamente.

-¡Hey! Ahora presidente oso podrá reinar en un gran cuarto.

Jeongin volvió a negar y pequeñas lagrimitas comenzaron a salir de sus pequeños ojitos.

-Jeongin...-Lo tomo en brazos dejándolo entre sus piernas para rodearlo con un brazo-Tú y papá son parte de nuestra familia, eres mi sobrino. Tío Wooji y yo te amamos, te amamos tanto que ni buzz puede llegar hasta allá.

-¿Y poque se van?

-No nos vamos, jamás. Nunca, nunca. Ahora solo estaremos un poco más lejos y no nos veremos como antes, pero eso no cambia el amor que sentimos por ti, ni por tu padre.

Jeongin lo observo fijamente-Pimeyo mamá, y ahoya ustedes.

Y el corazón de Minho se rompió.

Se quedo de pie observando como Jeongin pasaba sus manitos por su rostro tratando de secar las lágrimas que seguían saliendo sin su permiso, el no era un bebé llorón como lo habían llamado tantas veces en el jardín, claro que no. Tampoco era un niñito sin mamá, él tenía una mamá, pero ella no estaba aquí, solo era eso.

-Escucha... no importa donde vayas, siempre estaremos cerca de ti, Jeongin.

Y el pequeño abrazo a su tío, mientras cerraba sus ojitos y respiraba con dificultad. ¿Por qué siempre lo separaban de quienes él quería?

Minho despacio se sentó al otro lado apoyando su rostro en la espalda de su hijo.

-Prometo hacerte feliz el resto de mi vida. Prometo nunca dejarte solo... papá siempre estará para ti.

Jeongin despacio lo miró y se aferro al cuello de su padre para llorar olvidando al presidente oso que cayó en las piernas de Chan.

-Ven, vamos arriba.

•◦✿ Pequeños Pasitos - 《Minsung 》Où les histoires vivent. Découvrez maintenant