Lágrimas

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LUIS:

Aitana descansa entre mis brazos, los dos tumbados en su cama, sólo iluminados por la poca luz que las persianas dejan entrar. Su cabeza escuchando mi corazón ha hecho que durmiera profundamente, lo necesitaba. Sus ojos todavía están llenos de lágrimas.

Costará seguir adelante, sonreír, pensar que la vida es bonita. A ella y a todo el pueblo. Él era conocido, supongo que su carácter hacía que fuera fácil entrar en tu corazón, Adrián se hacía querer. Estaba en todo, en cualquier lugar. Ayudando, colaborando, enseñando,... Con una sonrisa grabada en su rostro y que inmediatamente se grababa en el rostro de la gente que le rodeaba, lo apreciaba y le quería. Siempre tan lleno de vida, y ahora... la suya había terminado para siempre arrebatándonos un poco de la nuestra con la suya.

Y Aitana, a ella, le costará, mucho, comprenderlo. Él era muy importante, la había ayudado cuando más lo había necesitado, la había visto crecer a ella. Era el hermano que nunca había tenido. Y era tan joven, con tantas cosas que hacer todavía.

Nos has impregnado de tu alegría y tu inocencia, modificándonos la vida un poco. Y nunca te olvidaremos.

Se remueve entre mis brazos, me acerco y le doy un beso en la frente, ella sonríe pero las lágrimas no tardan en caerle de sus preciosos ojos verdes.

Cierro los ojos mientras la aprieto más hacia mí.


La muerte está tan segura de ganar que nos da una vida de ventaja.



Siento este día de retraso, pero ayer estuve bastante ocupada. Por cierto, ¡ya hemos llegado a las 3000 lecturas, muchas gracias!


MI REINOWhere stories live. Discover now