Capitulo 5

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La fiesta se celebró como fue prevista, los invitados llegaron de uno a uno, todos traían consigo regalos costosos y extravagantes. Shaun era feliz y su padre sonreía al verla feliz, si ella lo era entonces él también lo era.

Durante la tarde se realizó un pequeño banquete, ella fue la protagonista de ese día y todo giraba alrededor de la niña, por la noche se realizó un gran baile en el salón del castillo, la gente bailaba al son de la música clásica, Shaun bailó toda la noche con su papá y algunos niños, hijos de hombres importantes. Incluso hubo fuegos artificiales, sin duda había sido un día que ella no iba a olvidar.

Mientras tanto, Shun permanecía, como todos los años, encerrado en el cuarto de limpieza mientras oía los fuegos artificiales en el exterior, él no los conocía, su padre siempre lo encerraba para evitar que los invitados lo vieran.
El pequeño contemplaba ese único cupcake glaseado de merengue rosa, adornado de pequeñas estrellas de dulces de colores, encima una pequeña vela encendida. El cocinero Aldebarán, pese a las protestas de su señor, decidió robar de contrabando un cupcake y una vela que estaban destinados a ser servidos en el banquete de la princesa, de hecho, todos los sirvientes solían darle de comer cuando era encerrado, nadie estaba de acuerdo en la forma en que ese pobre niño era tratado, pero Milo amenazó a todos los que trabajaban en el castillo con colgarlos y ejecutarlos de manera pública si se atrevían a sacar al pequeño del castillo. El rey temía que el pequeño fuese a decir que era su hijo, y tomando en cuenta el enorme parecido entre él y la princesa Shaun, podrían creerle y su reputación de vería arruinada.

— Pide un deseo

Ikki decidió escapar de la fiesta, pues ya no soportaba ver a su hermana fastidiando con que nadie debía pisar sus zapatos rosados, era un baile y un accidente lo tenía cualquiera, pero para Shaun tener una mancha en sus zapatos es el fin del mundo, incluso echó de la fiesta a una familia porque el hijo de la pareja accidentalmente tropezó mandando ligeramente sus zapatos.

— ¿Un deseo?

Preguntó el niño, que veía el cupcake con curiosidad.

— cierra los ojos, y piensa en algo que te haría feliz y pídelo, para que se cumpla pídelo en voz alta y después sopla la vela.

Le explicó el mayor, Shun comprendió y entonces cerró los ojos, se concentró un momento y después.

— Deseo poder ser feliz algún día

Después sopló la vela del pequeño pastelito.
Ikki escuchó el pequeño deseo de su hermanito, le rompía el corazón no poder sacarlo de ahí, huir lejos, no podía, aún era un niño y no uno cualquiera, era un príncipe ¿Qué podía tener para ofrecerle a su hermanito? Ni siquiera sabía cocinar o hacer algo tan básico como limpiar una habitación.

— ¿No eres feliz Shun?

Le preguntó, a lo cual el mencionado bajó la mirada con tristeza.

— Cuando estoy contigo soy feliz hermano, pero no es suficiente... Me siento... me siento muy solo...

Le dice el pequeño, quién se abrazó a sus rodillas mientras veía el pastelito a sus pies.

— Shun...

Ikki veía con impotencia a su hermanito, nada podía hacer por él, de poder escapar y conociendo a su padre, él sería capaz de darles cacería y eliminarlos; su padre después de todo sólo vivía para complacer a su hermana, incluso escuchó que, sólo porque ella lo ordenó, cambió su testamento por completo y colocó a Shaun como su única heredera.

— Pero está bien hermano, yo sé que todo lo que haces es por lo bien y estoy agradecido por eso.

Shun sonrió tiernamente a su hermanito, tomó el pastelito y con sus propias manos lo partió a la mitad, le ofreció una mitad y la otra la comió. Ikki trató de negarse, pero Shun insistió y no tuvo más remedio que aceptar el bocadillo que su hermano menor le ofrecía.

Ese día, Ikki pasó la noche en el cuarto de limpieza junto a su hermano, se negó incluso a salir si no era junto a Shun.

Los años pasaron, Shaun no hacía más que empeorar su comportamiento y a medida que ella crecía cada vez se acercaba el momento en que debería conocer a su prometido. Milo se encargó de contratar a los mejores tutores, si quería que su hija fuese una heredera digna ella debía aprender lo más básico de historia, política, francés, ruso, matemáticas, entre otras disciplinas como la pintura, la música y la literatura, modales y etiqueta.

Mientras que Shun, Milo lo había degradado a ayudante en la cocina, ya que era el único lugar del castillo donde nadie más lo podría llegar a ver, Ikki fue enviado a un reformatorio en el extranjero. Finalmente una de sus tantas peleas había llegado a su punto de quiebre.

Todo empezó debido una pequeña discusión entre Shaun e Ikki, debido a que la chica comenzó a agredir a su hermano.
Shun se encontraba lavando los pisos del pasillo, todo por orden de su padre, Shaun al verle sonrió al contemplar una oportunidad de recordarle cuál era su lugar en el castillo.

— Faltó esa mancha, mugroso

Ella pasó junto a él y tiró el balde de agua jabonosa al suelo, Shun al ver esto no hizo el intento por defenderse, sabía que sólo lograría empeorar la situación.

— Hermana, por favor, calma

Pidió de manera amable, ella sólo se limitó a reírse de su hermano y lo suave que era para defenderse.

— veo que no eres capaz de defenderte y te dices llamar hombre, no eres más que un simple llorón cobarde

Shun bajó la mirada mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, a pesar de estar acostumbrado a las humillaciones de su hermana, aún así le dolían y lastimaban en el fondo de su alma.
Shaun vió como su hermano bajó la mirada, ella harta de su actitud tomó al chico por el cabello y lo obligó a verla directamente.

— escúchame bien, yo un día seré reina y cuando suba al poder te juro que mi primera orden será ejecutarte de manera pública frente a todos los plebeyos de este inmundo pueblo... Recuerda que sólo puede existir uno y ese soy yo...

Después empujó al chico al suelo, logrando que el menor cayera sobre el agua jabonosa del suelo.

— ¡Shaun! ¡Basta, haz ido demasiado lejos!

Rápidamente Ikki llegó al rescate de su hermanito menor, a él no le importaba que ella fuese menor y que fuera mujer, Shaun era una persona horrible, por lo que empujarla al suelo no le fue nada difícil.

— Ikki... No debiste hacer eso...

Dijo Shun al ver como la chica había caído sobre el agua jabonosa, Shaun horrorizada gritó tan fuerte que alertó a su padre.

— ¿¡Qué pasa aquí!?

Gritó Milo al llegar al lugar de los hechos, y vió a su pequeña en el suelo, a su otro hijo en el suelo y al mayor de sus hijos de pie.

— ¡Ikki me ha golpeado! ¡Me lastimó a propósito!

Gritó la chica, quién gritaba de manera exagerada.

— ¡Cállate mocosa malcriada! ¡Sabes que no es verdad!

— ¡Y me está llamando mentirosa papi!

Milo no tardó demasiado en hacerse una idea equivocada de lo que había pasado y como es costumbre, sólo a Shaun le creyó.

— ¡Ikki, este ha sido el colmo! ¡Te he dejado pasar que cuides de ese engendro! ¿¡Pero agredir a tu hermana!? ¡Se acabó! ¡Te irás a un internado hasta que aprendas a comportarte!

Prohibido - Shaun x Hyoga x ShunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora