Capitulo 18

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— ¿A...amarme? ¿Se da cuenta que una relación entre hombres es mal vista y una relación con un doncel es incluso considerada una aberración?

Explicó el menor que miraba con tristeza el paisaje desde la ventana, había un clima esplendido allá afuera.

— Shun, te amo y eso no va a cambiar jamás ¿Qué importa la opinión de los demás?

Lo tomó nuevamente por los hombros para abrazarlo, Shun tocó sus manos y sonrió, por primera vez sentía lo que era el cariño.
Si ellos querían que la relación avance esconderse iba a ser la mayor de sus prioridades, un movimiento en falso y la gente podría comenzar a hablar.

El tiempo pasaba, la salud de Milo empeoraba cada día más, los doctores no podían explicarse porque la medicina convencional no funcionaba si no por el contrario, la medicina lo hacía empeorar mucho más. El peliazul sufría mucho, los doctores se temían que probablemente no pase del mes.
Varias cartas fueron enviadas a su hijo mayor, sin embargo ninguna fue contestada, Shaun estaba completamente ausente, ella no parecía preocupada en absoluto, la única persona que se quedó a su lado fue Shun. A Milo le molestaba la presencia del menor, sin embargo estaba tan débil y delicado de salud que ya se había resignado, de todas formas sentía muy cerca su final.

Ninguno de sus dos hijos se preocupaba por él, Ikki era más que obvio que no se presentaría a verlo, pero Shaun, la niña a la que le dió más de lo que pudo haber deseado le estaba dando la espalda. El único fiel ha sido Shun, la persona con quién había sido completamente injusta desde el principio, odiaba admitirlo pero estaba comenzando a pensar que si se hubiera detenido a escuchar, si tan sólo no se hubiera dejado consumir en la locura y si le hubiera dado otra oportunidad, probablemente haya sido Shun un buen candidato a heredero, probablemente su habría podido hacer más por el pueblo y habría sabido sacarlo de la miseria.

— ¡Papá!

Una voz femenina irrumpió en la habitación, Milo se encogió de hombros por lo irritante que era para sus dañados oídos.

— ¿Qué pasa? ¿Quién es?

Preguntó el peliazul mientras se cubría los oídos.

— Es Shaun, finalmente vino a verte

Contestó Shun, quien le quitaba un paño húmedo de la cabeza y lo sumergía de nuevo en el agua fría.

— Déjanos solos ¿Te importa?

La chica miró a su hermano con molestia, Shun suspiró pesadamente e hizo una pequeña reverencia antes de salir de la habitación.
Una vez a solas, ella sonrió dulcemente a su papá y tomó sus manos.

— Papá ¿Porqué dejas que un monstruo como él te toque?

Preguntó la chica.

— Porque es el único que se ha quedado a mí lado y es el único que se ha preocupado por mí, tú me dejaste solo...

Respondió él con fastidio.

— No he podido estar contigo porque es difícil para mí verte en una cama, me rompe el corazón ver a mi fuerte y valiente padre confinado a una cama, verte débil y agonizante me parte y desgarra el alma. Si tan sólo supieras lo difícil que es para mí incluso estar frente a ti, aún después de haber reunido el valor de hacerlo... Papi, yo realmente tengo mucho miedo de perderte ¿Puedes perdonarme?

Pequeñas lágrimas rodaron por sus mejillas mientras veía a su padre, Milo conmovido por las palabras de su hija solamente sonrió y secó cada una de esas lágrimas.

— Mi niña, claro que te perdono, yo... Realmente me siento un idiota al pensar en que ya no me querías cuando en realidad estabas sufriendo tanto como yo sufro ahora...

Padre e hija se abrazaron, para Milo fue como sentir un momento de paz a pesar de estar sufriendo tanto, para Shaun no era mas que un simple numerito para asegurarse de su padre no se olvide de no modificar el testamento, a ella le daba igual si su papá vivía o moría, de todas formas tendría poder y eso le parecía mucho mejor que  el amor paternal.

— Sabes hija, estoy pensando en que sería muy egoísta de mi parte dejarte a ti toda la carga que conlleva gobernar y atarte a un matrimonio sin amor...

Interrumpió el mayor después de separarse del abrazo, Shaun le miró confundida sin entender de que estaba hablando.

— ¿A qué te refieres papá?

Preguntó la chica, ya no le estaba gustando nada el rumbo al que se estaba dirigiendo su padre.

— Digo que te libero de toda responsabilidad, decidí que ya eres libre de casarte con quién desees y el trono ya no será para ti, verás, en vista de que tu hermano mayor ha decidido que no quiere saber más de mí y yo decidí no darte el poder, sólo me queda como único heredero tu hermano Shun, estoy seguro que él hará un trabajo excepcional...

En ese momento la chica sintió como el mundo se desmoronaba frente a sus ojos, todo lo que se había esforzado, todo lo que se había preparado, tanta dedicación y tanto trabajo al final iba a ser para nada. La ira invadía cada fibra de su cuerpo, ahora más que nunca estaba deseando que el veneno lo termine de matar.

— Por desgracia mi notario Lune no vendrá hasta la próxima semana, así que no puedo modificar mi testamento hasta entonces...

Dijo con pesar, pero para Shaun esto era un pequeño brillo de esperanza.
Una idea cruzó su mente y una sonrisa adornó sus labios.

— Ya veo, pues aunque resulta muy decepcionante para mí, debo decir que es tu decisión papá y yo como buena hija que soy voy a respetar tu voluntad

La chica se acercó a su papá y depositó un beso en su frente.

— Hija ¿Estás segura de que estás bien? ¿No estás molesta?

Preguntó él no muy convencido por las palabras de su hija.

— ¿Dudas de tu hija favorita? Me ofendes en verdad padre, yo respeto cada una de tus decisiones y sé que sólo quieres lo mejor para mí, es por eso que no estoy enfadada...

Ella le regaló una cálida sonrisa y después se despidió para posteriormente salir de la habitación, al cruzar la puerta su rostro de felicidad cambió a uno de maldad pura.

— Si no es mi trono entonces muere...

Murmuró la chica al cerrar las puertas de la habitación, ella caminó por los pasillos mientras comenzaba a planear su último movimiento.

— Parece que alguien se va a tener que ir antes de lo previsto...

Prohibido - Shaun x Hyoga x ShunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora