¡Te odio!... ¿no? || Drarry || [Editando]

Capitulo 26.

—¿Herms?¿De que querías hablar?—pregunto Ginny a su amiga.

—Estoy preocupada, Ginny—dijo con expresión seria.

—¿Preocupada?¿Por qué?¿Tiene que ver con Harry?—pregunta curiosa.

—Si, tiene que ver con Harry. Te lo digo a ti ya que eres su novia, y además Ron haría un escándalo.

—Esta bien, ¿De que se trata?

—Harry me dijo que es amigo de Malfoy.

—Lo sé, ¿Pero qué pasa?¿Malfoy le hizo algo?

—Es lo que temo, Ginny, temo que Malfoy le haga daño a Harry—dijo con aspecto de preocupación—hoy los vi en la biblioteca, pero no pude oír lo que decían, por eso te he llamado, Harry se niega a hablar del tema y quisiera que tú, tal vez, averigues algo.

—¿Quieres que espíe a mi novio?—pregunto, arqueando una ceja.

—No, al menos habla con él. Pero tal vez sirva seguirlos. Al parecer se ven en la biblioteca todos los días o es lo que he visto.

—Mhm...—Ginny pareció pensarlo un poco—Esta bien, no confío en Malfoy, y después de lo que pasó hoy, Harry podría creer cualquier cosa—dijo aún con leve molestia.

—¿Qué pasó hoy?

—Larga historia, no importa, te ayudaré—dijo con una sonrisa.

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Estaban todos en el Gran Comedor en la hora del desayuno. Y Harry había volteado "pocas" veces a la mesa de Slytherin, solo para ver a cierto rubio, el cual hablaba con sus amigos.

. . .

—Oigan, ¿Potter sabe que es disimular?—pregunta Blaise.

—¿Por qué?—pregunta extrañado Theo.

—Porque ha volteado unas 20 veces hacia acá. Y este es más estúpido por no darse cuenta—dijo dirigiéndose a Draco.

—¿Qué?—pregunta Draco incrédulo, volteando a la mesa de Gryffindor.

—Y aquí hay otro—dijo Blaise rodando los ojos.

—Son el uno para el otro—dijo Pansy sonriendo.

. . .

Harry noto como Ginny carraspeó llamando la atención de Neville, el cual volteó a verla. Ginny le hizo una seña con los ojos, que hizo que Neville se notará nervioso.

Harry volteó para ver de qué se trataba. Al parecer Luna iba saliendo del comedor. Luego Harry recordó lo que Ginny le había dicho el día anterior, al parecer Neville le iba a pedir salir. Lo último que vio fue a Neville saliendo nervioso del Gran Comedor y Ginny sonrió.

Sonrisa que antes le hubiera parecido lo más encantador, y qué por alguna razón, ya no era asi..

. . .

—¡Luna!

Está volteó.

—Oh, hola, Neville—dijo sonriendo.

—Hola—dijo con una tímida sonrisa—te quería preguntar algo...

—Claro, ¿Qué sucede?

—Tú quisieras...quisieras...—tartamudeo—Luna, ¿Quisieras salir conmigo?—solto—entiendo que no, eres patético, Neville, no puedes decirle ni dos palabras sin ponerte nervioso, ahora ella pensará que eres raro...

Luna abrió los ojos con sorpresa, pero luego sonrió.

—Me encantaría salir contigo, Neville—contesto. Se acercó y beso su mejilla, para luego irse.
Dejando atrás a un Neville confundido, emocionado y sonriente.

—Si, yo...te veo después—dijo posando su mano en su mejilla. Volvió al Gran Comedor sonriente.

. . .

—Oye, Harry, tú y Malfoy son amigos, ¿Verdad?—pregunto Ginny.

—Pues...no usamos ese término de "amigo"—dijo Harry pensativo—¿Pero por qué?

—Solo curiosidad—dijo restándole importancia—pero, ¿Como se llevan ahora?

—Digamos que ya no nos queremos matar el uno al otro.

—Entonces, ¿Te cae bien?

—Una vez que lo conoces no es tan malo, aunque sigue siendo arrogante.

—¿Y sabes cómo le caes tú a él?

—Pues, yo...no, en realidad no—dijo pensativo—pero, ¿Por qué tantas preguntas?—pregunta extrañado.

—Simple curiosidad—dijo sonriendo.

Harry se limitó a asentir.

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—Oye, Draco, yo...¿Te caigo bien?

Draco no entendía que eran esas preguntas que Potter le hacía ahora, sin contar que ahora lo llamaba por su nombre.

—¿Qué?—pregunta extrañado.

—Si yo...te caigo bien...—dijo algo avergonzado.

—¿Yo te caigo bien?

—Pues...podría decirse que si—dice mirándolo fijamente—¿Y yo te caigo bien?

—Podria decirse que si—dijo sonriendo.

—¿En serio?—pregunto con un brillo en los ojos.

—Tampoco te creas tan especial, Potter, me puede caer bien mucha gente.

—Lo dudo—dijo sonriendo.

—Dudalo si quieres, pero es cierto.

—Saber que te caigo bien es suficiente—dijo mirándolo a los ojos, con una sonrisa y el otro también sonrió.

Se quedaron así un largo rato, y, sin que ninguno lo admitiera, deseando que ese momento jamás acabará.