Epílogo

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Draco se removió entre las sábanas, no había dormido casi nada la noche anterior por unos cuantos problemas del trabajo, el rubio se había convertido en medimago. Sin embargo sabía que día era, y que no podía quedarse dormido más tiempo.

Pero no sé había despertado por su cuenta, sino que esa razón lo había hecho. Abrió los ojos lentamente, encontrándose con una niña rubia de ojos verdes frente a él... totalmente empapada.

Sin embargo, Draco estaba demasiado cansado para reaccionar. Así que se limito a fruncir el ceño.

—¿Que...?¿por qué estás mojada?—la niña alzo una ceja al ver el desinterés de su padre.

-—Gabriel agarro una cubeta de agua y me hizo esto para "levantarme en mi día especial"—hablo con desagrado en su voz.

—Alice, ¿por qué no le pides a papá que te ayude?—pregunto queriendo volver a dormir, no era hora de lidiar con las bromas de Gabriel a su hermana.

Quiso despertar al azabache que debía estar a su lado, pero se sorprendió un poco al ver que no era así.

—Padre...ya lo hice...—ahora su tono de voz sonaba nervioso. Draco decidió sentarse a escuchar—papá quiso ayudar, pero... Gabriel se puso nervioso y le lanzó la cubeta a la cabeza—el rubio abrió los ojos sorprendido—papá está en la cocina buscando hielo, y Gabriel se encerro en su habitación...

Draco decidió levantarse para arreglar lo que estaba pasando, bajo a la cocina encontrándose con un Harry sentado en el comedor.

—Lo quiero...pero a veces pienso que es el mismísimo Voldemort—hablo el azabache.

—Al menos a uno lo derrotaste...—susurro Alice. Draco en ese momento quería chocar los cinco con la niña, pero lo suprimió al igual que su risa.

Cierto, soy padre...

—¿Cómo estás?—pregunto el rubio.

—Oh bien, solo me lanzaron una cubeta a la cabeza—dijo con ironía. Draco rodó los ojos—estoy bien...ve a hablar con él, yo no pienso volver.

Draco camino hacia la habitación de su hijo y tocó civilizadamente la puerta.

—¡Niño, sal de ahí, Alice ya me contó todo!

—¡No es cierto, lo que te diga no es cierto!—hablo una voz detrás de la puerta. Draco suspiro.

—Yo me encargo de esto, tú ve a secarte, me mojas toda la casa—le dijo a pequeña rubia.

—Si, señor—sonrio.

. . .

La pequeña Alice estaba emocionada, y aunque no lo admitiera, también nerviosa. Ese día, seria su primer día en Hogwarts.

Suspiro mirándose al espejo. La niña era pálida, casi tanto como el color de su cabello, este era de un rubio platinado que le llegaba poco más abajo de los hombros, algo chaparra comparada con el resto de sus amigos, tenía unos ojos verdes brillantes, la gente parecía que solo tenía una frase para estos:

"tienes los ojos de tu padre, Harry Potter" Alice rodó los ojos de tan solo pensarlo.

La maldita frase la tenía harta.

. . .

—¿¡Por qué siempre sacamos las cosas malas de papá?!—exclamo Gabriel-¡Esta cosa no se peina!—hablo tratando de que el cepillo funcionara por tercera vez.

—¡Hey, yo no pedí nacer así!—exclamo Harry ofendido desde la sala.

Gabriel, por otro lado, estaba por cursar su tercer año en Hogwarts. Era un chico alto, su cabello desordenado era color azabache con uno que otro mechon rubio, ojos plata y muy... insoportable, a palabras de su hermana...y de Harry.

Gabriel nunca tuvo alguna inseguridad sobre en que casa estaría, siempre quiso estar en Slytherin. Nunca tuvo hasta que Harry le jugó una broma de que era muy probable que termine en Ravenclaw, y no era que Gabriel tenía alguna especie de desprecio hacia las otras casas, pero se había ilusionado tanto con estar ahí, a pesar de la mala fama que tenía, Draco siempre le había contado muchas cosas buenas sobre Slytherin.

Y estuvo más que feliz cuando fue así. Sin embargo el sombrero le había dicho que era una decisión difícil o algo así, Gabriel estaba muy nervioso como para escuchar.

—Muy bien no queremos llegar tarde, andando—Draco fue a buscar a Alice a su habitación, sin embargo esta ya estaba abajo junto a Harry con una amplia sonrisa en el rostro.

. . .

—¡No veo nada!

—¡Es que eres muy chaparra!

—¡Déjame en paz, Gabe!

—No te preocupes, cariño, es genético—bromeo Draco. Su esposo lo fulminó con la mirada.

Creo que ya quedó claro que en esta familia hay de todo menos paz.

Ron y Hermione también estaban ahí con sus hijos, Hugo y Rose. Neville y Luna habían tenido unos gemelos, Pansy, aparte de casarse con Blaise y tener una pequeña de cinco años, era la tía de todos. Ron admitió que la relación que empezó entre Theodore y Ginny unos años después de salir de Hogwarts, fue la segunda más inesperada que había visto, después de la de Draco y Harry. Ahora Ginny se encontraba con seis meses de embarazo.

Minutos después de haber llegado ya todos estaban abordando el expreso a Hogwarts. Alice suspiro.

—¿Lista?—le susurro Harry, la rubia asintió decidida. Luego de despedirse subió al tren junto con su hermano.

Si se preguntan cómo es que Gabriel y Alice...existen. Pues...es el mundo mágico, ¿que es lo imposible?

Lucius Malfoy no tenía razón después de todo...

Y si se preguntan que sucedió con él, la segunda oportunidad nunca fue concedida, y sus nietos, a pesar de saber de su existencia, jamás lo vieron.

Draco y Harry intercambiaron miradas al ver como el tren se iba.

—Cumpliste tu promesa...—el azabache frunció el ceño—todo estuvo bien después de todo—sonrio, el de lentes hizo lo mismo.

—Pues...te dije que confiaras en mi.

—Te amo.

—Yo también te amo.

Ahora sí...

- Fin -

¡Te odio!... ¿no? || Drarry || [Editando] Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang