i .- ᴠᴇʀʙᴀʟ

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No iba admitir que el repentino cambio de estar solo a estar acompañado era agradable. Inosuke era una persona tosca y sin remedio que solo veía como objetivo y adoración, el mismo. Pero, las cosas a veces no son como el creía.

Siempre habrá personas con mucho mejor carácter y mucha mejor fuerza que uno.

Eso lo supo desde que vio a Tanjiro propinandole un cabezazo cuando le dijo que se calmara, cosa que no hizo, e hizo que se ganara un cabezazo como la fuerza de un jabalí salvaje tratando de poner orden en su manada.

Eso causo que algo dentro del salvaje chico se encendiera, un odio que jamas había sentido en su piel, el cosquilleo experimental de odiarlo al instante con cada partícula de su ser; pero, fue neutralizado con otro sentimiento cuando la actitud tosca del chico de cabellos rojizos se fue como una tormenta en plena noche y después, fue remplazada con un cielo despejado y una sonrisa con virtud de un sol escandeciente de mil soles que al hablar, sonaba tan amable como sus blasfemias que lo hacían enojar; era como un chico de ensueño.

Es un inútil

El pensamiento de odio ni se inmutaron de todas las maravillas que pasaron en su mente en segundos, fue así que, cuando vio esa actitud tan asquerosamente dulce en su máximo esplendor, lo comenzó a odiar a un más, y mas su odio aumento al ver que no quería tener una batalla digna con el.

Aun recordaba esa vez que los pensamientos iban propinándose como espada poco a poco, manteniendo su mirada fija en Tanjiro devorando su comida sin ningún problema, de lo mas felíz. Se sentía la frialdad del cabeza de jabalí en toda habitación mientras comía con lentitud la comida que le había ofrecido el mismo nombrado después de su intento infantil de quitarle la misma, que había fallado penosamente por la amabilidad del chico.

O, cuando Inosuke volteó a verlo y choco su mirada contra la contraria, sentía una rabia incrementarse al instante en su mente, las ancias de aventarse encima y golpearlo por compadecerse tanto de un pobre idiota sin sentido como el eran enormes. Todavía se acordaba cuando solo se limitó a bufar por no lograr nada con esa estupida idea y se dirigió a si mismo a otra dirección sin darle importancia a las palabras del chico.

Inosuke

Gracias

Joder, ese momento lo recordaba con tanto anhelo que sentía que estaba soñando, lo marco tanto esas simples palabras, hizo que su corazón se acelerará estrechamente por la voz tan cálida y sincera de Kamado al reconocer como su esfuerzo o su presencia fuera tan importante en ese lugar.

Era la primera vez que le agradecían por ser como es, quedando ciclado en sus pensamientos, sintiendo que sus mejillas estaban hirviendo en ese instante.

No recordaba ahora mismo por que lo odiaba tanto.

.
.
.

ahg

Otra vez los pensamientos dulces y arrulladores invadieron su cabeza de la nada en un momento de tensión como este.

Estaba preocupado, divagando y aburrido demasiado a ese punto, hasta a el, le extrañaba que estuviera de esa manera tan persistente de caminar en círculos en los pasillos de refinados de madera.

Tanjirou no despertaba desde hace tres días, eso era un hecho nuevo; Desde que fueron al distrito de la luz roja de Yoshiwara a recuperar a las esposas de Uzui , y desde que, casi Hashibira estaba a punto de morir por envenenamiento por el ataque de un demonio que lo atravesó de lado a lado en medio de su pecho, eso fue realmente un día agitado, tanto que igualmente a Tanjirou en varias ocasiones tenía peligros de morir en cualquier momento por no tener aun buen control en su espada.

𝗖𝗢𝗡𝗧𝗔𝗖𝗧𝗢| ᴵᶰᵒᵗᵃᶰDonde viven las historias. Descúbrelo ahora