𝗖𝗢𝗡𝗧𝗔𝗖𝗧𝗢| ᴵᶰᵒᵗᵃᶰ

iii.- sᴇɴᴛιᴍᴇɴᴛᴀʟ

Un mes con tres semanas estando en coma; Tanjiro seguía durmiendo tranquilamente en su cama sin signos de movimientos o gesto alguno.

Las personas dejaron de acudir a verlo después de un tiempo, dedicándole solamente una vez a la semana en lo que podían. Variaban las ocupaciones como cumplir con las misiones que les imponían, entrenamiento, descansos, trabajos, etc, etc. Eso beneficio a Inosuke a poder seguir yendo a ver a Tanjirou ya que era raro que su cuervo le diera misiones -algo que el cuervo de Inosuke le tuviera miedo en si como para acercársele - y el cuervo del oji rubí aun seguía diciéndole a Inosuke chismes locales que iba acordándose cuando no estaba a la vista.

Shinobu igualmente al ver que no hacia nada mas que estar en la habitación del chico día tras día, le empezó aconsejar que podría ayudar de alguna manera pacífica, hablando con el. Le explico que el era consciente de lo que pasaba a su alrededor como en el caso de Nezuko que durmió dos años y le estuvieron alentando de forma positiva.

Ese dato emocionó a Inosuke, el era un parlarchin de mucho cuidado y decirle eso lo motivo aun mas como para seguir parloteando ahora ya no en vano.

Los últimos días no fueron la excepción, comenzó a contarle sobre sus misiones que estaba realizando por el, gracias a que el cuervo de Tanjirou solicitaba para que ayudara en algo -como igual mensajero del cuervo de Hashibira que ni loco se acercaba otra vez a el para avisarle sobre sus deberes- ;como por el igual hablaba sobre los triunfos que le había dedicado y los tipos de demonios que había combatido y las técnicas que logro aplicar.

Aun veía estúpido que de esta forma beneficiará al joven contrario, pero si Shinobu y los demás lo hacían en lo que podían en algunos días, el lo iba a hacer. En algunos días Kanroji venia con Iguro para poder desearle suerte -mas de la peli-rosa verdoso que del de cabellos negros en si-  para que despertara, dando como recompensa que ella le contara sobre los gatitos que había visto o algún artilugio llamativo que vio en algún pueblo cercano, cosa que terminaba en ella llorando por acordarse de poder que no podía llevárselos y siendo consolada por el pilar que la estaba acompañando.

Los demás pilares no lo venían a ver, solamente se enteraban por noticias de Kochou, nada nuevo de ellos, que sean distantes con el chico con una hermana demonio no era nuevo.

En días como martes venía las chicas de la hacienda de las mariposas a contar igualmente como Inosuke lo que estaban haciendo. De alguna forma el mismo pudo formar lazos de amistad algo leves muy rápido con ellas como para que pudieran convivir los cuatro en un mismo cuarto.

—Tanjirou se ve tranquilo, ¿Estará soñando algo lindo?—. Comento la de coletas a la otra niña de cabello suelto.

—¡Tal vez! ¡Debe de estar soñando con su familia!

—¡Si! ah de ser eso ¿Verdad señor Inosuke?

—Aeh... Si.

Las niñas rieron felizmente y salieron corriendo cuando escucharon a Aoi gritarles para comer.

—Sabes Gonpanchirou, después de todo si hace falta tu estúpida y alegre presencia por aquí.

Es lo único que dijo después de ir a salir a tomar aire un poco.