Todos pensaban que lo estaban salvando, incluso él; pero en realidad fue él quien llego a salvarlos, o mejor dicho, a ella.
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"- ¡Ha estado espectacular! – Salto Savannah pasando su debilucho brazo por mis hombros.
-¡El mejor show sin duda! – envolví mi brazo por la cintura de mi mejor amiga.
La estruendosa risa de Thom retumbo en el silencio del solitario lugar llamando la atención de ambas. Jackson sostenía a Áaron por el cuello mientras frotaba su cabeza con los nudillos. Mi hermano rápidamente se soltó refunfuñando, haciéndonos reír a todos.
Ha sido una excelente noche. Aunque todos rondamos los dieciséis, Jackson –que es mayor por solo un año-, logro conseguir las cinco entradas, no nos quiso decir como lo hizo pero no es algo que realmente importe, lo importante es que pudimos entrar al último concierto de Drake y lo que parecía ser una aburrida noche de viernes en casa comiendo chatarra y viendo películas se convirtió en la mejor del verano.
Las clases empiezan el lunes, y no hay mejor manera para terminar el verano que escuchando buena música en vivo con tus amigos.
-Hay una fiesta en casa de Ashley, - comento Áaron al llegar a los autos. - ¡Vamos a terminar la noche como se debe!
-Vayan ustedes chicos – sí, tengo una cita mañana temprano con la modista personal de mama. Después ella, Alexia y yo iremos por todo lo que aún hace falta para la fiesta. – Mañana tengo que madrugar.
-No seas aburrida Emily – se quejó Savannah recibiendo una mirada reprobatoria de mi parte. Ella sabe perfectamente todo lo que debo hacer mañana.
-Dale enana, es nuestro último fin de semana libre – insistió Jackson.
-No puedo, enserio. – Lianna Lawrence me mata donde mañana no me levante temprano.
-Emily tiene que madrugar mucho – intervino Áaron, - el domingo mama viajara a Paris y no regresara hasta el sábado en la mañana. Dijo que antes tenía que dejar todo listo.
Me encogí de hombros resignada después de la explicación de mi hermano. Todos bufaron haciéndome reír. – Ya déjenla en paz – me abrazo Thomas por los hombros. – Vamos dulzura, te llevo – asentí.
-Diviértanse mucho – les sonreí.
-¡Eso no lo dudes! – reí viéndolos subir al auto de Jackson. Thomas me abrió la puerta de su preciosa Mercedes.
-Dejo a Emily y los alcanzo, ¡no empiecen sin mí! – les dijo antes de subir. Solo el sonido del claxon se escuchó antes de ver desaparecer el costoso auto. - Vamos pequeña, tengo que dejarte en casa.
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-¿Estas emocionada? – me preguntó sobre el suave sonido de la música. Su mano alcanzo la mía entrelazándolas. El viaje hasta casa es relativamente largo, pero considerando la hora, el tráfico se vuelve menos denso y las calles más despejadas por lo que llegar hasta casa debería tomarnos menos tiempo.
