Capítulo 1.

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Septiembre 4/2019

-Señorita Lawrence, si no está interesada en mi clase se puede retirar, - le llamo la atención por segunda vez el malhumorado profesor Jones.

-Lo siento - respondió la rubia agachando la cabeza un poco intimidada.

De nuevo volvía a ser el centro de atención y desde aquel día ser el foco de las miradas no era algo que soportara. En todas ellas encontraba lo mismo.

Lástima.

Después de un par de minutos el estruendoso timbre de salida se escuchó por todos los pasillos y salones del recinto. La rubia rápidamente recogió sus cosas y sin esperar a Savannah se apresuró a salir del aula sin prestar atención a nadie a su alrededor. Mientras caminaba intentaba con todas sus fuerzas no levantar la mirada del suelo, estaba segura que al posar la vista en aquellos pasillos todos los recuerdos volverían a ella como flashes, haciéndola derrumbar por completo. Ya estuvo un año encerrada en la seguridad de su hogar, no permitiría que el dolor que llevaba consigo la consumiera. No más.

Sus padres le habían planteado la idea de cambiar de instituto, de cambiar de ambiente y conocer más personas, pero aquello no era algo que ella deseara. No quería salir de su casa, no aún, sin embargo, su psicóloga no le había dejado alternativa y si como ella decía: debía continuar con su vida y superar la pérdida, lo iba a hacer. Enfrentándose a su ausencia, pero sobre todo a su recuerdo, y no había otra forma que esta.

Una vez dejo todo en su casillero, apresuro el paso para salir del edificio y justo antes de que pudiera verlo venir cayo de bruces al suelo.

-No te cansas de dar lastima, ¿no? - la voz de cierta castaña indeseable para la rubia se abrió paso por el pasillo. - Llevas toda la semana caminando por los pasillos como alma en pena. - Emily solo la observo fijamente sin decir nada. - Nadie más que tú tiene la culpa de lo que le paso a Thomas, deja de hacerte la víctima - aquello no solo le había dolido, la había herido y toda la frustración que oprimía dentro de sí, salió contra Ashley.

Antes de que pudiese darse cuenta su palma impacto contra el rostro de la castaña. - No tienes ni puta idea de nada Ashley. Y no te atrevas a mencionarlo otra vez - las palabras salieron con tanto odio que el cuerpo entero de la castaña frente a ella se tensó y no solo del coraje.

-¡Eres una maldita perra! - grito la afectada fuera de sí al ser consiente del ardor en su mejilla. Quiso lanzarse hacia la rubia pero el alto, delgado y tonificado cuerpo de Áaron se lo impidió.

-No te atrevas a tocarle un solo cabello a mi hermana Ashley, o no respondo - siseo el rubio mirándola con rabia. - Aléjate de ella. No vuelvo a repetirlo. - Tras una mirada fulminante, Ashley desapareció de su vista.

Para esas alturas la mayor parte de los alumnos tenía su atención puesta en el espectáculo que estaban protagonizando ambas chicas, sin aguantar mucho más en ese lugar, Emily salió corriendo ignorando completamente los llamados de su mejor amiga y su hermano.

Al llegar al estacionamiento se dirigió rápidamente hacia la camioneta de Áaron. Las lágrimas no tardaron en aparecer y los sollozos se hicieron escuchar en el interior del lujoso auto. Aquella era solo la primera semana de clases y no podía imaginarse como serían los días que restaban para graduarse, no solo tendría que aguantar la opresión en su pecho, sino también las miradas y los comentarios de los demás. La puerta del auto se abrió y se cerró en cuestión de segundos, pronto unos reconfortantes y conocidos brazos la rodearon con fuerza.

-Ya paso pequeña. Todo está bien. - Trato de consolarla como todos los días desde aquel día.

-Lo... lo siento. - susurro la rubia.

Lawrence ©Where stories live. Discover now