Lawrence ©

Capítulo 4.

Septiembre 6/2019

...

Luck

Es mejor que no vengas a Boston, Bernard ya sabe que estas libre.

Con mayor razón tengo que ir, lo veré tarde o temprano.

Hazme caso por un puta vez y quédate donde estas.

Está bien.

En cuanto pueda voy a verte, por ahora no me llames, el cabron me tiene vigilado.

OK.

...

Suspiró tirando el celular en la cama. Lo que menos quería era esconderse de Bernard, sabía que eso solo empeoraría las cosas pero tampoco quería llevarle la contraria a Luck, el mayor había lidiado los últimos meses con su antiguo jefe y si le decía que mejor se escondiera era por algo.

Era sábado, no podía ir a la ciudad y tampoco deseaba quedarse allí, se sentía incómodo entre tantas comodidades. Apenas eran las cuatro de la tarde así que decidió salir a correr un poco por los alrededores, aquello le serviría a despejarle y liberar un poco de tensión.

Lo único que disfrutaba enteramente de aquel lugar era la vista hacia el océano, aun viviendo en Boston pocas habían sido las ocasiones en que había disfrutado de un día playa y ahora vivía frente a una.

La brisa y el aroma del océano lograban relajarlo y el correr por la playa le parecía casi terapéutico, definitivamente aquello era algo que haría frecuentemente mientras estuviese allí. También le agradaba la soledad de aquellas playas, como si aún no hubiesen sido descubiertas ni corrompidas por nadie, sin embargo, sabía que el ingreso a aquella área era casi imposible para los turistas; las propiedades que se encontraban alrededor del lugar hacían saber que aquello era propiedad privada y que los dueños no estaban interesados en tener a la gente merodeando cerca de sus casas, a la gente con dinero le gustaba la privacidad y sobre todo, se obsesionaban con la seguridad.

•

-Debes ir a la fiesta de bienvenida, necesitas salir y divertirte – le repitió la rubia sentada en el mueble del salón principal a su mellizo.

-En realidad no quiero ir, prefiero quedarme aquí contigo y ver alguna serie o una maratón de películas, incluso te dejare elegirlas – sonrió Áaron sentándose a su lado.

Emily intento sonreír, sabía que no era falta de ganas, su hermano simplemente no quería dejarla sola. – Yo... quiero estar sola, necesito estar sola. No te preocupes por mí, ve a divertirte, además no puedes dejar a Savannah sola, sabes que se meterá en algún lio si no encuentra a alguien con quien entretenerse – y no mentía, su mejor amiga era un poco ansiosa, no podía quedarse quieta y a veces aquello la llevaba a meterse en problemas.

Áaron frunció el ceño un poco extrañado – ¿Savannah ira?

-Por supuesto, es la presidenta del comité de graduación, es la encargada de organizar todos los eventos de este año, así que no puede faltar.

-Está bien, iré un rato pero estaré aquí temprano.

-Nada de eso, ya te dije que no te preocupes por mí, esta noche tu responsabilidad será que Sav llegue sana y salva a su casa y sin meterse en ningún problema, ¿de acuerdo?