-¡Esto es la guerra!- Gritaron todas al mismo tiempo. El peligro se acercaba al peliverde.
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Todas las chicas de la clase 1-A son fujoshis. Un día les llega la noticia de que Izuku es gay y que le gusta alguien, pero nadie sa...
El pelinegro se levantó rápidamente para ir a buscar a su amiga Nejire, debía contarle sobre la guerra en donde se encontraba ahora, ya que la chica shippeaba a Midoriya con alguien. Ayer no pudo decírselo porque la chica había salido con sus compañeras de compras.
Era domingo, las 12:30 a. m, seguro la peliceleste se encontraba recién comiendo.
Caminó por varios lugares hasta encontrarla comiendo arroz.
—¡N-Nejire! – le llamó Tamaki.
—¡Ah! ¡Tamaki! Buenos días – dijo la chica, la cual no se había percatado de su presencia.
—Buenos días, oye... quería hablarte sobre algo que quizás te interese.
—¿Oooh? ¿En serio? ¿Qué es? ¿Hace cuando te enteraste? ¡Dime, dime! – respondió la chica a lo que el chico le dijo.
—Bu-Bueno... quería invitarte a una guerra de ships en la que estoy recién desde ayer.
—¡¿En serio?! ¡¿Una guerra de ships!? ¿De qué? ¿De quién? ¿Con quiénes?
—D-Del salón 1-A... Mi-Midoriya Izuku.
—¡Vaya! ¿Y con quiénes?
—Con todas las chicas del salón 1-A.
—¡Bien! ¡Espera a que termine de comer y vamos a hablar con ellas para unirme! – luego de eso, acabó su conversación y la chica solo se dedicó en terminar de comer, estaba ansiosa por poder participar en algo así.
Después de unos minutos la chica había terminado de comer, fue a limpiar sus cosas y fue con el fudanshi.
—¡Vamos Tamaki!
—O-Okey...
El chico estaba algo nervioso, Nejire era muy energética en todo lo que hacía, en especial en preguntar, y no quería perder aquella guerra.
Luego de un tiempo caminando por varios lugares, consiguieron encontrar a un par de las chicas, estas eran Mina, Tooru y Uraraka.
Tamaki, apenas las vio, caminó hacia ellas decidido a presentarles a Nejire, aunque sabía que Uraraka ya la conocía por la agencia, pero esa era otra Nejire, la que les iba a mostrar sería una bastante diferente a lo usual.
—Ho-Hola.. chicas... – saludó el chico —. ¿Recuerdan que les había dicho algo sobre una tal Nejire? Bueno, aquí está. Nejire, ven.
—¡Hola a todas! ¿Ustedes son todas las chicas que participan con él? – preguntó la chica.
—Sí, somos algunas, no están todas – dijo Mina, un poco alerta.
—Okey, quiero unirme a su guerra. Shippeo Shindeku.
—Bien, mientras más, mejor.
Luego de dedicarse unas miradas asesinas, Nejire se fue de ahí.
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