Capítulo 11. Persecución

4.6K 649 77
                                    

Al día siguiente fui al banco para sacar dinero aprovechando que era mi día libre. Por fin, después de ahorrar tanto tiempo, podría permitirme un coche decente para simplemente ir de casa al trabajo y del trabajo a casa. Esperé mi turno como todos los demás y, para mi sorpresa, Mike se puso a mi lado.

—Pero bueno, novatilla, ¿intentas robar un banco? —me miró de arriba abajo.

—Estoy más cómoda en vaqueros, tenis y sudadera con capucha agarrando una mochila si estás insinuando que es por mi vestimenta —me burlé.

—Tienes razón —se miró y observé su chaqueta de cuero.

—De todas formas, solo he venido aquí para sacar dinero y luego ir a mi casa para revolcarme en la cama hasta mañana.

—¿Y Lena? —preguntó y le miré frunciendo el ceño—, pensaba que los días libres los pasabas con ella.

—Sí, pero hoy tiene turno de noche, cómo tú, y supuse que cuando llegue a casa querrá dormir, así que no ha le llamado.

—Vaya, señorita Danvers, como cuida a su instructora —se burló con una sonrisa.

—Tú haces lo mismo por Imra, galán —dije con el mismo tono.

—Ya, pero Imra y yo somos pareja... —me miró divertido—, si fuera un extraño que os viese desde fuera diría que también sois pareja.

Mis mejillas se calentaron ante aquel comentario. ¿Se estaba burlando de mí o lo pensaba de verdad?

—Somos compañeras, es normal que sepamos una de la otra. Últimamente Lena me lo cuenta todo.

—Casi todo —murmuró, pero fui capaz de escucharlo.

—¿A qué te refieres?

—Oh, vamos, Danvers... —suspiró—, creo que todo el mundo sabe que tenéis una increíble química entre vosotras menos vosotras —comenzó a reírse.

—¿Te han contado algo? —pregunté sorprendida—. Nia... —murmuré suponiendo de que se lo había contado a Imra.

—No hace falta que me cuenten nada, Kara. Se nota, simplemente —se giró y me miró seriamente—. Gracias a ti ha vuelto a ser la Lena de antes. Hasta hace bromas y no se enfada cuando me meto con ella. Desde que Alexander, su hermano, falleció, era un trozo de metal, pero tú eres fuego y se derrite contigo. Oh, Dios, qué cursi ha sonado —comenzamos a reírnos—, pero en serio. Para Lena no eres simplemente su compañera o su amiga, y sé que para ti tampoco.

Sonreí y aparté mi mirada vergonzosa. Si fuera así, mis preguntas hacia Lena de que si sentía algo por mi cada vez eran más claros, pero necesitaba escucharlo de ella. ¿Debería dar el primer paso? ¿Y si ahora no quiere? ¿Y si tiene miedo? ¿Y si se cree que me estoy burlando de ella? Pero ¿y sí de tanto esperar, se aburre o se cansa por no haber dado el primer paso?

—Deja de preguntarte que debes hacer y simplemente hazlo —interrumpió Mike adivinando mis pensamientos—, la vida es demasiado corta como para estar preguntándote qué deberías hacer en vez de hacerlo. Lena tendrá miedo, sí, pero tu romperás esa barrera de una vez por todas.

—Tienes razón —musité sonrojada.

Después de varios minutos Mike se levantó para que le atendieran ya que le dije que pasara primero porque él iba a trabajar esta noche y no quería que perdiera el tiempo y yo simplemente estaría en casa.

Cuando Mike regresó, le di las gracias por darme un empujón y él asintió contento. Imra tenía razón, este chico era bueno y tierno.

—Uy, perdón —dijo Mike cuando se dio da vuelta y chocó con un desconocido—, nos vemos mañana —volvió a dirigirse a mí y se marchó.

The Rookie | Supercorp ADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora