El quiebre.

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Spoiler alert: CODA 15-3

Dean estaba tan enojado, furioso a decir verdad. Sus manos en puños temblaban agitadas por los sentimientos que bullían en su interior.

Luego de que aconteciera la conversación más deprimente y desastrosa que jamás haya tenido con alguien, donde culpó a Castiel de todas las penurias acaecidas en el último tiempo, donde toda la ira que había ido acumulando desde la segunda muerte de su madre explotó, dejando el aire rancio e irrespirable, los corazones apretados, las manos sudorosas y los ojos húmedos. Luego de que Castiel le dijera "Es tiempo de que yo siga adelante", Dean quedó solo en aquella sala del búnker; bebió el contenido de su vaso de un solo trago y lo arrojó contra el muro, haciéndolo añicos.

Se quedó de pie masticando su cólera, intentando comprender cómo habían llegado a ese punto. Su amigo, hermano, su ángel guardián con quien compartía un vínculo profundo, se había ido quién sabe dónde, por quién sabe cuánto tiempo. Caminó al bar y se sirvió otro vaso de whisky, pensando en todos los años que habían pasado juntos. La vida no los había tratado bien, siempre habían tenido una relación difícil, una codependencia a veces enfermiza que obligaba a uno de los dos a buscar al otro sin descanso, incluso después de la muerte. Dean analizó el lazo que los unía, sintiéndolo roto como nunca antes. Analizó el porqué de su frustración. ¿Era acaso que se sentía traicionado por quien consideraba su mejor amigo? ¿Quizá sentía que no había consultado con él sus últimas decisiones? ¿Cómo era posible volver a confiar en casi la única persona que había confiado en él, pero que ya no lo hacía más? Pero de pronto algo cambió, desencajando su rostro. No había dejado a Cas explicarse, no le había dado ninguna posibilidad de defenderse de sus acusaciones; había sacado sus propias conclusiones, como siempre se había dejado llevar por su propio auto-odio y lo había proyectado en Cas. ¿Se lo merecía? ¿ Cómo saber si las cosas habían sido planeadas por Chuck desde un inicio? Su boca se abrió en una enorme "O". No había barajado esa posibilidad; pasó las manos por su rostro, intentando calmarse. ¡Mierda, mierda, mierda! Chuck debía estar tras todo esto, manipulando las situaciones y orillándolos a tomar decisiones apresuradas y equívocas; cambiando los escenarios cada dos por tres. Sin embargo, y a pesar de que aquel argumento encajaba a la perfección con todo lo que estaba sucediendo en su vida en ese momento, debía reconocer que al final, eran ellos los que decidían cómo actuar, los que se iban por un camino o el otro.

Dean sacudió la cabeza abatido, cuestionando sus propias decisiones una vez más y sin poder conversarlas con su amigo, su partner, su compañero. Con esto último su corazón se hundió en su pecho. Su compañero, aquella palabra caló en su alma como una daga afilada volviendo a atormentar su mente con más preguntas sin respuesta.

Castiel, el ángel del señor, su salvador en el infierno, quien conocía su alma desnuda, quien estaba ahí cada vez que lo llamaba, quien venía cada vez que se lo pedía... se había ¿Ido? ¿Ya no podría hablar con él acerca de sus pesares? Ya no tendría esa mano sobre su hombro izquierdo, a la vez que la voz ronca le decía "Dean, lo solucionaremos". ¿Dónde quedaría toda esa entrega mutua, todo ese ardor de miradas compartidas? ¿Dónde mierda quedarían todos esos sentimientos que jamás dijo en voz alta?.

Entonces lo comprendió, sus sentimientos eran demasiado intensos siempre. Cada vez que se trataba de Cas, él actuaba vehemente, como llevado por una fuerza poderosa que lo poseyera. Entender aquello no era fácil, permitirse sentir aquello era algo a lo que Dean no quería rendirse; pero ¿Qué más podía hacer? Estaban ahí, claros como el agua ahora que los había dejado fluir. Las personas siempre decían que del odio al amor había solo un paso. Que cierto resultó eso en su caso, tan verdadero y triste. Darse cuenta de sus sentimientos cuando aquel a quien estaba dirigidos se había ido, era un golpe directo y certero. Jadeó un poco dándose cuenta de lo que habían hecho, ambos. El al no escuchar y Cas, al irse... ¿Por que se había ido? Siempre superaban las cosas ¿No? Se había dado por vencido. Siempre quiso hablarle, pero Dean fue tan terco, que no escucho. Ahí estaba, todo... frente a su nariz. Tan ciego y tan estúpido.

¿Ahora cómo podría saber si Cas sentía de la misma forma por él? Ya no podría mirarlo a los ojos y perderse en ellos, sintiendo detenerse el tiempo. Como aquella vez, después que lo rescató de ese futuro apocalíptico, donde observarlo fue hermoso, sentir su calidez cerca, lo hacía sentir seguro. ¿Acaso eso había cambiado? La respuesta era bastante obvia; no lo había hecho. Aún podía sentir ese calor en el pecho que le brindaban las miradas de Cas en los momentos más apremiantes.  Recordó también cuando lo volvió a ver, convertido en un sanador llamado Emmanuel, momento en el que a pesar de no recordarlo, le brindó una mirada llena de paz, y solo tardó unas horas juntos para que el viejo Cas volviera. ¡Solo unas horas! Luego de haber pasado todo ese tiempo sin recordar, y al encontrarse las piezas calzaron. Pero lo que más lo conmovió, fue la imagen de Castiel bajo aquella luz amarillenta, en un callejón olvidado, volviendo de la muerte. Sus ojos llenos de reconocimiento, de sentimientos claros de haber vuelto por fin a casa. Su casa era con los Winchester, su casa era con él, a su lado, luchando y batallando por sus vidas, apoyándose en cada ocasión; habiéndolo despojado de su hogar, él mismo se quedaba sin uno.

Una lágrima corrió por la mejilla de Dean, una gota de sentimientos puros y cristalinos salida directamente desde su alma. Se apretó el pecho con una mano, volviendo a sentir aquel dolor conocido, aquella pérdida ya vivida; cerró los ojos y entonces oró.

"Castiel, oh mierda, Cas... Si estás por ahí y puedes escucharme, vuelve hombre... tenemos que hablar. Hay... -Dean suspiró sonoramente -... Hay tantas cosas que debemos decirnos y no lo hicimos. - Dean Miró al cielo desconsolado -. Yo he sido un necio, insensato egoísta... vuelve Cas... Vuelve y lo arreglaremos".

Abrió los ojos, miró hacia todos lados y el ángel no estaba.

Dean se quedó solo, esperando por aquel ser de luz, aquel hermoso ángel que, por esta vez y quizá para siempre, no respondió a sus plegarias, ni vino corriendo a su llamado.

OooooooooooooooooooooooooooooooooooooO
Mis queridos ángeles... he estado taciturna, dubitativa, cabizbaja y melancólica...
Creo que debido a todos esos sentimientos, ha salido este one shot...
Se los dejo con mucho cariño 😍😍😍
CarolinaSacco besos hermosa y gracias por sufrir conmigo.
Pd1: Todo mi amor a Dean que se que está sufriendo
Pd2: Los amodoro miles.
Heaven

Cavilaciones  One Shot-DestielTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang