𝙅𝙄𝙉'𝙎 𝘽𝙀𝙎𝙏 𝙁𝙍𝙄𝙀𝙉𝘿 ; 𝘛𝘢𝘦𝘫𝘪𝘯 ✓

𝙑𝙄𝙄

Kim Seokjin

Terminada la hora del almuerzo, porque escucho el timbre desde el baño, decido que voy a faltar a la siguiente clase. No es muy común en mí romper las reglas ni nada, pero no quiero tener que soportar a mis amigos otro rato más. ¿Cómo se les ocurre insinuar que estoy confundiendo mis sentimientos? Sé perfectamente lo que siento y nadie puede decirme lo contrario. ¡Menos ellos! Dudo que alguna vez alguno haya sentido algo parecido, siguen siendo unos niños y los adoro así, pero deben entenderme.

—¿Jin-hyung?

Escucho la voz de Kookie desde fuera de mi cubículo. Ha venido a buscarme. Estos últimos días, por todo lo que ha pasado, él ha sido el único con quien he podido contar.

Ni siquiera Taehyung.

Salgo del baño al encuentro de mi amigo menor.

—Dime, Kookie— le sonrío feliz. Intento ocultar que estoy molesto, porque definitivamente no lo estoy con Kook. No podría desquitarme con él.

—Ya no frunza el ceño, hyung. Le van a salir más arrugas y debe ocultar su veje...

No lo dejo terminar, porque ya le he aventado mi gorra.

—¿¡Por qué eres así, Jungkook!? ¡Confié en ti, tenme respeto!— recojo mi gorra del suelo y hago ademán de querer tirársela de nuevo.

—Ah~ es justo porque confía en mí, que debo ser sincero.

Suspiro. Mi paciencia con Kookie debería ser infinita, pero no puedo si es que el mocoso aprovecha cada oportunidad que tiene para llamarme anciano.

—Solo soy cuatro años mayor que tú.

—Cuatro, hyung. Es suficiente para llamarlo viejo, a usted y a los demás. Ah~ ¿Por qué debo estar en una clase llena de ancianos? Nada más veo arrugas y por eso no aprendo nada.

Maldito presumido. Es el segundo mejor de la clase. Después de Namjoon, claro.

—No es nuestra culpa que vayas en una clase avanzada— bufo.

—Aww, tiene razón Jin-hyung— me abraza y al instante me da un cabezazo.

—¡Auch!— me quejo. Dios, al menos tengo suerte de que todavía use los honoríficos conmigo y me trate de usted, por lo demás no me tiene una pizca de respeto. Es mi culpa, desde pequeño le permití todo. De todas formas no me arrepiento, pero vendría nada mal que se me recuerde mi lugar en la jerarquía, al menos por la edad.

—Ya, Jin-hyung, intento animarlo.

Mi corazón da un vuelco. De todos mis dongsaengs... ¿Será que Jungkook sí me apoya? Él me cree, ¿verdad?

—Oh no, no me mire así. No estoy del lado de nadie.

Ruedo los ojos. ¿Sería mucho pedir algo de gratitud de su parte? Desde que empecé secundaria y él todavía estaba en primaria, no he dejado de consentirlo nunca. ¡Es así de alto a sus quince gracias a mí!