Miriam le transmitía calidez, ternura, vulnerabilidad. La veía y sentía esa necesidad de protegerla como si fuera la cosa más frágil de mundo a como diera lugar.
Solo podía mirarla con ojos de amor porque eran los únicos que le salían con ella.
A pesar de que muchas veces la lastimara con sus palabras y acciones a causa de un arrebato estúpido y sin sentido, jamás dejaría de sentir esas ganas de cuidarla.El calor que sentía en su cuerpo y la luz filtrada por las ventanas del salón la despiertan.
Se mueve un poco y siente un fuerte dolor de espalda.
Estaba bastante incómoda. Le pesaba el cuerpo, se sentía hiper calurosa; pero en cuanto se gira levemente y descubre a una Ana dormida a su lado se olvida de todo.
Al ver su expresión calmada y su bonito descansar que la atrapaba, la gallega intenta hacer memoria de lo que había ocurrido anoche.Solo recordaba haber visto la película con Aitana y Amaia. Después de eso había caído en un profundo sueño y ahora no recordaba cómo habían acabado en aquella situación.
El nexo entre la pelea que habían tenido la noche anterior, la rabia con la que se quedaron las dos, y finalmente esa escena en la que ahora estaban compartiendo espacio en el sofá, era un completo interrogante.Vuelve a observarla mientras duerme. Relajada.
La gallega se queda admirando cada detalle de su rostro.Siente el tacto de su mano en su vientre y mira hacia abajo encontrándola. Había dormido abrazada a ella según lo que pudo deducir pero seguía sin entender nada.
Recordaba que anoche Ana había salido de fiesta con Mimi y los demás, lo que le provocó esa inseguridad en el pecho nuevamente, pero al tenerla tan cerca y no llegar a percibir ni el menor ápice de alcohol en su aroma, se garantiza que si estaba ahí dormida junto a ella no había sido por su inconsciencia.
Se llena de felicidad al pensar que eso podía significar que Ana la había perdonado, o al menos que estaba dispuesta a hacerlo.
Siente el contacto de su mano dándole calor sobre su vientre descubierto y coloca su mano sobre la suya dándole pequeñas y suaves caricias mientras continúa viéndola dormir con parte de su rostro cubierto por su mata de pelo rubio.
Podía pasarse horas y horas solo observándola dormir y pensando en lo afortunada que era por tenerla a su lado.
Y poco a poco, esa felicidad que le generaba tenerla ahí con ella, va disminuyendo al pensar en lo culpable que era de siempre ser la responsable de hacerla sentir mal y herirla con sus palabras por su forma de ser tan bruta.Estaba cansada.
Cansada de terminar recriminándose el ser la estúpida que lastimaba y dañaba a las personas que se preocupaban por ella.No quería seguir haciéndole lo mismo a Ana. No quería llegar a romperla de esa forma.
Pero no sabía que le dolería más, si la idea de ya haberla lastimado lo suficiente, o el hecho de separarse de ella para dejar de hacerle daño.
Quita su mano de encima con mucho cuidado y se levanta del sofá lentamente para no despertarla.
Ana se mueve un poco sobre si reacomodándose y pillando una de las almohadas en la cual se aferra y se acomoda creyendo que era Miriam a quien abrazaba.La gallega la observa con algo de temor por que notara que su cuerpo no seguía ahí a su lado, sin embargo, vuelve a quedarse quieta en su descanso calmado y Miriam suspira con tranquilidad.
Busca su móvil y lo encuentra debajo de la mesita del café. Lo recoge queriendo ver la hora.
Las siete y veinte de la mañana.
Ya no podía volver a dormir. Le era imposible, y mucho menos teniéndola a su lado. Pero asume que ella se debía de haber acostado hace poco. Así que la deja dormir tranquila y regresa a su habitación.
DU LIEST GERADE
EL RUGIR DE LA LEONA #WARIAM
FanfictionTras muchos años de no verse, Miriam se reencuentra con su primer y único crush, Ana Guerra, mejor amiga de su hermana. En ella encontrará el valor suficiente y determinación para seguir sus sueños como cantante y mostrarle al mundo su inigualable...