Seis

2.8K 261 290
                                    

Sus ojos se abren cuando escucha la música fuerte en el piso bajo, y como al instante es bajado el volumen a uno casi inaudible para él y siente como su cuerpo está demasiado dolido por la actividad del día anterior, sus brazos duelen por haber extendidos y sus piernas aún más. Bosteza mirando al techo blanco mientras estira sus dolidas extremidades, tratando de saciar el dolor.

Probablemente Frank esté despierto, y él haya sido quien puso la música. De todas maneras, ya es bastante tarde según él para dormir. Hoy no planeaba hacer nada, probablemente saldría a refrescarse un poco.

Olvidando colocarse sus pantuflas, salió de su habitación sin antes ir al baño para lavarse la cara y aseo básico. Su cabello rojo estaba, sin duda, perfecto. No se estaba rebelando contra él y agradecía que se viese bien porque después de lo que pasó con Frank el día anterior, no sabía como lo iba ver a la cara.

Simplemente bajó un poco ansioso mientras escuchaba más claramente el sonido de Poison, tocando alguna canción de su repertorio. Frank estaba cocinando en una sartén lo que pudo identificar como un omelette, y olía deliciosamente a café.

Sus pisadas no se oían y se acercó tímidamente, con suavidad vio a Frank bailar raramente Poison. Muy raramente, para sus ojos, ver al sujeto BAILAR.

— Buenos días — Dice Gerard y el contrario no se da la vuelta para encararlo.

— Buenos días, Gerard. ¿Cómo dormiste?

Siente su cara arder unos segundos por el recordatorio de lo que pasó en su último encuentro sexual.

— Bastante bien, gracias por preguntar.

El silencio cae encima de ellos, Gerard puede sentir el peso en su hombro mientras piensa como liberar la tensión. Frank deja un omelette en el plato y le indica a Gerard que se siente en el mesón de la cocina.

— ¿No necesitas ayuda? — Pregunta el menor con curiosidad, porque no es muy divertido ver como Frank hace de todo. El mayor niega mientras ahora hace el suyo. Gerard rara vez comía omelette, siempre solía tomar una manzana y su café antes de salir corriendo a la universidad.

— Entonces... — Empieza a preguntar el tatuado mientras cocina — ¿Cuándo empiezas la universidad?

— En unos días.

— Ah, ya veo... — Menciona mientras ahora sirve su café en su taza preferida — ¿No necesitas algún material extra? Para comprarlo.

— No, lo compraré en su momento. Gracias por preguntar...

— Ajá — Asiente Frank mientras toma una de las sillas donde estaba sentado Gerard y lo pone al otro lado del mesón, sentándose en frente del pelirrojo.

Comen un poco en silencio, mientras escuchan la música de fondo, ahora en un volumen más bajo. Way debe admitir que está delicioso, se volvería a repetir el plato.

— ¿Qué piensas hacer hoy? — Pregunta su sugar amo y Gerard sacude la cabeza, despejando sus pensamientos y concentrándose en crear una respuesta para el hombre de ojos avellanas.

— Mmm... Descansar, definitivamente — Dice con una sonrisa. Toma un sorbo de café mientras el contrario asiente asimilando las palabras.

— Puedes invitar a tus amigos si quieres... — Insinúa a la medida que ocupa su tenedor y cuchillo elegantemente para cortar uno de los últimos pedazos del omelette. Gerard solamente ocupó el tenedor, cortando con este mismo y sin importarle lo elegante en cortar.

— Oh, Lindsey hoy está ocupada. — Se encogió de hombros mientras dejaba el café encima del plato, esperando ahora a que Iero terminase de comer.

The Perfect Pet ; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora