🄲🄰🄿🄸🅃🅄🄻🄾 🄾🄽🄲🄴

2.3K 311 96
                                    

—¿Cómo se te ocurrió? —Regañó JiSoo a Jin, estaba enojada, pero más que todo, decepcionada.

—¡Nos mentiste! —Exclamó ChoHee.

—Déjenme despejarme la cabeza. Luego les explico todo. Lo siento.

SeokJin salió del granero, con la mirada al frente y con la cabeza llena de confusiones. Todo esto era un lío, NamJoon siempre hacía eso, lo volvía loco con cada cosa que hacia.

Llegó a su casa quitándose la corbata, buscó con la mirada al doncel, haber si estaba por algún lugar, al no verlo en la planta baja, creyó que se encontraba arriba, así que subió las escaleras rápidamente.

Pero, para su sorpresa, tampoco estaba ahí. En su lugar, se encontraba un vestido en la cama, el ramo de rosas y el distinguido collar, a parte de una nota, pegada a un escrito.

SeokJin la quitó, la desdobló con rapidez, leyó lo siguiente:

Tenías razón.
Este libro es muy especial.
Mentí, porque si lo publicaba te perdía de asistente...
pero tienes buen ojo.
Lo compraremos antes de que me vaya.
Que tengas una vida fabulosa.
Te la mereces.

Atte. NamJoon.

Por la puerta, entró otro doncel, uno de estatura baja y cabello rubio, JiMin observaba al más alto leer una nota, una que seguramente había dejado NamJoon.

—Caramba. Que locura. La gente va a hablar de esto para siempre.

Jin sólo lo confirmo, diciendo "si".

—¿Estás bien? —Preguntó el doncel.

—Si. —Pero mientras seguía viendo la nota, su respuesta cambió—. No. Me siento... ¿Sabes cuál es el problema? El problema, es que este doncel... es una ladilla gigantesca. Primero sale con que se va. Eso lo entiendo. La boda fue un fraude. Era estresante. Pero luego, me deja esta nota. Porque no tiene la decencia, la humanidad para decírmelo a la cara. Tres años. Tres años... trabajé para este terrorista. —Apuntó a la nota en su mano— ¡Nunca tuvo nada bueno que decir y luego escribe estas tonterías! —Arrugó la hoja, luego la aventó al suelo— ¡Habíamos hecho un trato! —JiMin siguió intentando llamar la atención del hombre, pero no hacía caso—. Perdón, perdón, es que... es que me vuelve loco.

—Si, ya veo. ¿Vas a dejar que se vaya?

El cerebro de Jin hizo clic, sabía que tenía que tomar una decisión importante en esos instantes, porque, lo que decía JiMin era cierto, tenía que luchar por NamJoon.

El cerebro de Jin hizo clic, sabía que tenía que tomar una decisión importante en esos instantes, porque, lo que decía JiMin era cierto, tenía que luchar por NamJoon

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

En el bote, NamJoon observaba el agua, sentía la brisa llegar a su rostro, la bufanda que traía alrededor de su cuello se movía con el viento. Su maleta se encontraba a su lado, en la orilla.

La Propuesta [JinNam]✔︎Where stories live. Discover now