But [YeonGyu]

Capítulo IX

El peliazul suspiró triste y el menor lo notó.

-No es por ti - dijo rápidamente a la vez que se acercaba al mayor - si, eres un idiota y eso pero... - carraspeo - tengo miedo, Jjuny.

-¿De mi? - el rubio negó

-Tengo miedo de mi, porque sé que te amo, que quiero estar contigo pero si tú... ¿Y si no me quieres como yo lo hago? ¿Qué pasará si te amo más de la cuenta? ¿Qué pasará si te cansas de mi, Jjuny?

-Beom...

-No soportaría que me dejaras, no soportaría tenerte lejos, Jjuny. Por eso prefiero no tenerte, ni ahora, ni nunca.

-¿Qué pasa conmigo, entonces? ¿Pensaste en mi siquiera un poco?

-Pienso en ti todo el tiempo, idiota. Por eso creo que esto es lo mejor.

-No - el rubio frunció el ceño

-¿No qué?

-No dejaré que te alejes de mi, Kkyu - soltó para rápidamente apretarlo entre sus brazos. El menor atónito se dejó abrazar... Se dejó envolver por la calidez del mayor, por su olor, por su amor - Te amo, ¿Entiendes? - susurró en su oído provocando que un escalofrío recorriera la espalda del rubio - Te amo, BeomGyu, Te amo, Te amo, Te amo.

-Jjuny

-Te amo

-También Te amo

09 de Octubre. No lo llames... *Llamando*

Se dijo así mismo que debería mantenerse lejos de YeonJun, lejos de sus fotos, lejos de sus recuerdos, lejos de todo lo que tuviera que ver con él.

Bueno, digamos que le duro muy poco... Demasiado poco.

Cinco minutos después de jurar no volver a verlo, no volver a hablarle, ya había marcado su número.

Un tono, dos...

Rápidamente colgó y se regaño a si mismo.

-No lo llames - susurraba para si mismo.
Taehyun estaba durmiendo y él, bueno, él simplemente era él.

Pasaban de las dos de la madrugada y ahí estaba.

-No lo llames...

*Llamando*

Luego de unos tres tonos una somnienta y raspoza voz le contestó.

-¿Mhhm?

-Jjuny - susurró lo más bajo posible

-¡Beom! ¡BeomGyu! ¡¿Bebé eres tú?! - ¿Bebé? ¿Le dijo bebé?... Definitivamente era hora de desmayarse.

-Si, soy BeomGyu - susurró sintiendo sus mejillas querer explotar

-Estuve llamándote, mandándote mensajes por casi una semana, ¿Qué sucede? ¿Donde estas? ¿Me perdonas?

-Jjuny

-BeomGyu

-Tú perdóname, fui un idiota, no debí haber hecho eso, fue muy inmaduro de mi parte

-Me tiraste un batido en la cabeza

-Por eso te pido disculpas, ¿Me perdonas? ¿Me perdonas? ¿Me perdonas? - el peliazul rió

-Pasé vergüenza, las personas me miraban como si fuera un loco

-¿Me perdonas? - formó un puchero que el mayor no pudo ver

-Y es que aún no entiendo - el rubio frunció el ceño - te estaba diciendo que me gust...

-¿Me vas a perdonar o no? - y ahí iban de nuevo.
El rubio se había molestado otra vez, estaba pareciendo un tonto de las tantas veces que se había disculpado y el mayor simplemente lo ignoraba.

¿Lo estaba haciendo a propósito? ¿Queria que se molestara O simplemente era un idiota?

-Beom

-Sabes que, YeonJun - iba a insultarlo, iba a decirle millones de maldiciones pero no lo hizo... Simplemente... - ¡t-tirate a un pozo! - colgó

-¡¿Qué pasó?! ¡¿Quien fue?! ¿A quien mato? - un adormilado Taehyun que aún mantenía los ojos cerrados se había parado de golpe - ¿Beom?

-Mejor duermete - dijo sin mucho ánimo

-¿Qué sucedió?

-YeonJun

-¿Te llamó?

-Lo llamé

-No terminó bien, ¿Verdad?

-Terminó peor que antes... Ni siquiera debí intentar disculparme - mascullo molesto - los idiotas son idiotas sin importar qué

-Tienes que darle una oportunidad

-Primero muerto a volver a hablarle

-No exageres

-No exagero

Ambos se quedaron en silencio después de eso.
BeomGyu molesto hasta la médula y Taehyun analizando todo desde su punto de vista.

De algo estaba seguro Beom, no volvería a intentar nada con YeonJun, no volvería a hablarle ni aunque fuera la última persona en el mundo.

Y de algo estaba seguro Taehyun, sin duda alguna llamaría a YeonJun, lo llevaría a su casa de los pelos si fuera necesario para que arreglaran las cosas. Porque ya no estaba soportando nada.

Y eso fue lo que hizo.

Después de que Beom le confesara sus sentimientos, después de que lo entendiera, lo hizo.

Llamó a YeonJun.

Y hoy ahí están ellos.

Siendo unos idiotas otra vez.

Quizá debería intervenir, quizá debería golpearlos, quizá debería echarlos a patadas de su casa. No lo sabía. Sin embargo ahí estaba, esperando detrás de la puerta a esos dos que sin duda alguna tardarían en salir.

Después de todo... Siempre tienen un "pero" para todo.