Capítulo 21.

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Suena un celular.

— ¿Si? Enseguida voy. — Dijo Adrien cortando la llamada.

— ¿Quién era? — Preguntó Marinette preocupada.

— Mi padre, me debo ir princesa. — Y besó mi frente.

— Te quiero gatito, aquí me tienes para lo que necesites. — Dijo Marinette y lo abrazó.

— Mañana nos vemos. Te quiero más. — Dijo Adrien. Plagg, transforme moi. Y se transformó en Chat noir. Me guiñó un ojo y se fue.

— Tikki, espero no lo reten por mi culpa. — Dijo Marinette triste.

— Marinette tranquila. — Dijo la kwami.

En la casa de Adrien.

— Adrien dónde estabas? — Dijo Gabriel Agreste. Su padre.

— Con Marinette. — Respondió el chico de ojos verdes.

— ¿Quién te dio el permiso para salir? — Dijo Gabriel.

— Nadie. Respondió Adrien.

— Debías ir a esa fiesta. — Dijo su padre.

— ¿Para qué? ¿Para estar solo como todo el tiempo? — Dijo Adrien enojado.

— Debías ir porque yo te dije. — Dijo Gabriel.

— Para ti es fácil decírlo. — Dijo Adrien aún más enojado.

— A mi no me hablas así, Adrien. Cada cosa la hago por tu bienestar. — Dijo Gabriel.

— ¿Por mi bienestar? ¿Cuándo haz hecho las cosas por mi bienestar? Pasó todo el tiempo solo, nunca estás presente. Me despierto solo, desayuno solo, paso todo el día solo, porque tú estás ocupado. Si tu manera de cuidarme y preocuparte por mi es está, prefiero que ni te molestes en seguir intentándolo. — Dijo Adrien entre sollozos y se fue.

Gabriel se quedó callado.

Narra Adrien.

Quería estar solo, lo necesitaba. Sentía que ya no podía más, quería a mi mamá conmigo. La necesitaba. Me di una ducha, y luego me acosté. No quería hablar, ni escuchar a nadie.

Al día siguiente.

Narra Marinette.

Llegue al colegio, y busqué a Adrien. No estaba, le pregunté a Nino si sabía algo, me dijo que no.

— Alya, me preocupa. — Dijo Marinette.

— ¿Desde cuando? No que te gustaba Chat noir? — Dijo Alya confundida.

— Alya, Adrien es Chat noir. Pero mantenlo en secreto porque o sino me mata.

Alya quedó sorprendida.

— Marinette! Que suerte tienes. — Dijo Alya feliz.

— Debes mantenerlo en secreto. — Dijo Marinette.

— Claro que sí, amiga.

Narra Marinette.

Estábamos hablando con Alya, hasta que apareció un villano. Se llamaba "insitaz". ¿Porque ese nombre? No lo sé.
Debía buscar un lugar para transformarme.
Lo estaba buscando, hasta qué apareció Chat noir.

— Chat, ten cuidado. — Dijo Marinette.

Él solo la miro.

Narra Marinette.

¿Acaso Chat noir estaba enojado conmigo?

...

— Chat, tu cataclismo en el reloj. — Dijo Ladybug.

Chat noir hizo su cataclismo en el reloj, como dijo Ladybug.

— Ladybug milagrosa. — Dijo la chica de ojos azules. Ey, Chat ¿Qué ocurre? — Dijo Marinette preocupada.

— Nada. Dijo él cortante.

— Dime, aquí estoy contigo. — Le di la mano.

El solo me miró.

— Bueno Chat, si vas a ser así conmigo cuando no hice absolutamente nada prefiero que hablemos en otro momento. — Dijo Ladybug un poco molesta.

— Quédate. — Dijo Chat entre sollozos. Y me abrazó.

— Gatito, ¿Qué pasa? — Dijo Ladybug asustada.

— P-perdón, no es tu culpa. Te necesito. — Dijo Chat noir con lágrimas en los ojos.

— Aquí estoy, no te dejaré. — Dijo Ladybug abrazándolo.

— Quiero a mi mamá devuelta. — Dijo Chat noir con algunas lágrimas.

— Tu mamá donde sea que esté, está muy orgullosa de ti ¿Lo sabías? Ella te admira muchísimo, y tienes que estar feliz, porque tuviste y tienes la suerte de que ella sea tu madre. Sonríe por ella, ella quiere verte bien. — Dijo Ladybug dándole ánimos.

Chat noir besó la mejilla de Ladybug.

— No puedo darte un beso. — Dijo Chat noir con una leve sonrisa.

— De verás, no me fijé que estoy como Ladybug. — Dijo Ladybug riendo.

— Gracias Marinette. — Dijo él.

— No es nada. — Dijo la chica de ojos azules.

Je t'aime. // Marichat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora