• 13 •

2.4K 213 178
                                    

No estaba nervioso.

Ambos se encontraban sentados en el sofá sin decir palabra alguna, mientras la programación de las 6 que veía con su hermano daba comienzo anunciandose con la canción estúpida sobre la amistad y dinosaurios.

Veía de reojo al pecoso, que tenía sus pies descubiertos y subidos al sofá, abrazando sus piernas. Después de un rato pareció encogerse incomodo mientras su rostro se calentaba.

-Hey, Tsukki, ¿podrías dejar de... -las palabras se le cortaron al verlo directamente- verme fijamente?

El mayor volteo de inmediato su rostro, poniendo una mueca de completa verguenza. ¿Que demonios? No tenían que comportarse como extraños, llevaban más de un año conviviendo, y se podría decir que conocía casi en su totalidad la vida del pecoso, casi. Entonces, ¿por qué en vez de arreglar de una vez todo ese asunto de atracción entre ellos sólo se sentaban en silencio a escuchar como un dinosaurio habla y canta?

Tal vez si estaban un poco nerviosos. Juntos.

-Escucha, Tsukki. -murmuró el menor, haciendo que el nombrado vuelva en sí y le mire- No tienes que responderme ya ya, puede ser... Mañana, o cualquier otro día. Creo que me acelere un poco.

Cuando acabó de hablar hizo una extraña mueca con su boca, con la intención de decir más, pero al parecer no pudo. Al final terminó por mover nerviosamente sus manos y ocultar su rostro con ellas. Encontrarse enamorado era complicado, aún más si ambos eran hombres.

-Solo no deseo que te enfades. Llevamos mucho tiempo juntos, no se por qué estoy nervioso realmente. -recitó lo que él rubio pensaba, dejando al otro sin saber que decir o hacer.

El más alto de ambos ladeo la cabeza intentando despabilar, realmente todo era un completo desastre. Era obvio que se sentía atraído y no lo podía negar. Sabía distinguir la amistad del amor, no era tonto. Sin embargo Yamaguchi si lo era, por lo que sería peligroso que aquellas emociones o esa amabilidad que hace tanto no experimentaba estuvieran siendo confundidas por el pecoso. Tenían que aclarar eso.

-Yamaguchi. -llamó al nombre del contrario al rato, este lo miró con lo que creyó ser miedo. Ahí no supo que hacer- ¿Tu... Tu estas... Que, o sea, no está mal. Pero...

Había perdido la habilidad para hablar. Pero parecía que el contrario pudo entender a qué trataba de referirse al ver cómo tomó su mano y dirigía la otra a su mejilla.

-Yo estoy... completamente seguro de lo que hago. -dijo, con una mirada determinada que kei jamás creyó ver en esos ojos oliva- así que si tú sientes lo mismo, por favor, sal conmigo.

Yamaguchi era de esas personas amables y cariñosas, pero que cuando quería podía ponerte contra la pared y hacerte dudar de tu existencia y del porqué de muchas cosas. Entre ellas, ahora destacaba el porqué estaba dudando. Lo tenían acorralado desde que se habían conocido, su mente le susurraba hace rato que ya no tenían que esconderlo, en menos de un año su reinado del tipo listo se le acabo y en menos de ese año yamaguchi ya había logrado tenerlo a sus pies.

No le gustaban los problemas, y aunque prefería pensar las cosas detenidamente, ahora mismo ya no podía esperar más. Así que, con toda la delicadeza dentro de ese cuerpo alto suyo, se lanzó a ese fondo.

-No hables como si lo supieras todo, tonto. -su mano se puso sobre la cabeza Oliva del menor, estrujandola, intentando distraerlo para que no le viera directamente el rostro de idiota que tenía- Hare las cosas a mi manera en esta relación. ¿Entendido?

La cara del menor se había puesto tensa al sentir la gran mano del rubio expandirse en su cabeza, esperando un rechazo. Al escuchar todo eso lo entendió completamente, tal vez no fueron las palabras más amorosas y melosas que alguien te podría decir al confesarte y claramente aceptar ese amor, pero él lo entendió completamente. Esa frialdad no era más que nerviosismo, y no recordaba haberse enamorado de palabras melosas. Su sonrisa se expandió por todo su rostro, una tan grande que le dolió, y su rostro, teñido de un muy leve rosa de vergüenza, se sintió extremadamente bien.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 24, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Chico De La Cafeteria 『TsukkiYama』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora