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Estaba agotado, bebiendo apenas un café mientras se tomaba un descanso tirado en una silla de la sala de descanso. Ese día había sido agotador en el hospital, en donde al dominar distintas áreas estuvo horas ayudando en la rehabilitación de ciertos jóvenes y luego de emergencia tuvo que asistir a un médico en un parto, lo que tomo horas. Estaba agotado, pero fue realmente gratificante ver como el bebé nació sin problemas, así que si tomaba un leve descanso sentía que podría seguir sin problemas trabajando.


- Josh, ya llegaron las enfermeras del siguiente turno, así que puedes irte a casa – Abrió sus ojos de golpe, dándose cuenta que casi se quedó dormido, si es que no lo hizo. Miro al doctor a quien ayudo en el parto y le sonreía de forma amable – Lo hiciste muy bien antes, así que toma un descanso, y no digas que estas bien porque sé que llevas aquí trabajando todo un día – Este hombre de apariencia que a algunos intimidaba, pero resultaba ser un amor de persona, le dio unas amistosas palmadas en el hombro.


- Pero doctor Kang, usted también ha estado todo el día, así que... - Este le revolvió el cabello de repente.


- Somos casi de la misma edad, así que llámame solo DongHo. Yo he vuelto de unas vacaciones hace poco, así que será suficiente con que me vaya a dormir un rato en la sala de descanso que tenemos. Tu vete nomás, siento que pasas más tiempo aquí que en tu casa, cuando solo eres un enfermero, así que descansa bien Josh – El castaño suspiro y asintió de mala gana, pues si bien no tenía nadie que le esperara en casa, uno su jefe le estaba casi ordenando que tomara un descanso. Tras levantarse y despedirse de él, fue a por sus cosas para irse a casa.


Era de madrugada, aun estando oscuro. Era todo tan silencioso y tranquilo que sintió su corazón detenerse cuanto escucho un estruendo y vio un destello en el cielo, además porque empezaron a fallar las farolas de la calle. Asustado se escondió en un costado de un edificio por reflejo al su instinto decirle que era peligroso, aunque su lado racional le decía que quizás solo había vuelto la tormenta que había sacudido el pueblo el día anterior. Cuando escucho un grito, la angustia agito su corazón, ¿Habia gente a esa hora peleando? Avanzo un poco más al ver los resplandores estar a ras de suelo, en donde solo gracias a la luz de estos lograba ver varias siluetas, pero al parecer eran unas cuatro personas contra una.


Se sentía frustrado y asustado, ¿Cómo podría ayudar? Su pecho se apretaba ante el sentimiento de inutilidad, pero se alivió al ver llegar de golpe otras tres personas que atacaron a quienes parecían desquitarse con uno que estaba tirado en el suelo. Escucho gritos y como los abusones huyeron, y algo indecisos los que habían llegado recién los siguieron al la persona herida decirles algo. Todo paso en unos minutos que Joshua no se dio cuenta que estuvo conteniendo la respiración. 


Los estruendos y brillos verdes y blancos fueron alejándose, hasta que el silencio y oscuridad volvió a estar en esas calles. Rápidamente se acercó a quien al parecer intentaba arrastrarse por el suelo. Ilumino con su móvil, sintiendo un escalofrió al ver que al arrastrarse había dejado un rastro de sangre.


- Quédate quieto, llamare una ambulancia – Se mantuvo sereno, pues ya llevaba algunos años trabajando en el hospital y si bien era la primera vez que presenciaba como alguien acababa herido, debía mantenerse tranquilo para ayudarlo. La persona en cuestión se giró y balbuceo ciertas cosas que no logro entender. En cuanto se arrodillo a su lado, queriendo iluminar su cuerpo para ver su estado, se congelo al ver su rostro. Maldijo por lo bajo al ahora entender todos esos brillos extraños y estruendos. Le paso su móvil al herido que respiraba con dificultad – Sostenlo, te llevare a mi casa, pero no hay luz así que deberás iluminar el camino – El hombre asintió, solo pudiendo abrazar el móvil con sus brazos porque por lo que Joshua vio, tenía los dedos en posiciones raras y estaban llenos de sangre.


Tras acomodarlo bien y posicionarse correctamente, logro levantarlo en brazos, disculpándose por lo bajo al escucharlo quejarse del dolor. Tenía una expresión contorsionada en dolor, estaba cubierto de rasguños y tenía partes manchadas con su propia sangre. No podía llevarlo al hospital, o tan solo traería problemas. Agradecía tener un gran botiquín en su casa, aunque serviría solo como algo temporal. ¿Qué mierda hacían en esa zona los magos oscuros que llegaron a atraer aurores? Era una ciudad pequeña y apartada, ahí no solían pasar esas cosas.


Finalmente llego a su casa, en donde con dificultad logro abrir la puerta para luego al pasar cerrarla de una patada. Rápidamente avanzo y lo dejo sobre la mesa del comedor. Nunca lo usaba así que poco importaba. Prendió las luces, y trajo todo para empezar a curar a ese auror que bien conocía, pero hace años no veía.


Poniéndose sus guantes y mascarilla, empezó a primero quitarle la ropa, teniendo que usar la tijera para rasgarla al ser en zonas más complicadas y delicadas. Debía tener el máximo cuidado, pues en el camino ese hombre de antes rubios cabellos se había desmayado por el dolor. No supo cuánto tiempo paso, pero ya había salido de todo el sol cuando al fin termino los últimos vendajes, teniendo que usar unas férulas para los brazos y manos, necesarias para inmovilizarlas y que no fuera a dolerle mucho cuando despertara.


Tomo asiento en una silla por lo agotado que estaba, ahora posando sus ojos en el hombre que se veía como que durmiera. Le dolía tanto verlo de esa forma, y más sabiendo que necesitaba urgente que lo ayudaran pues perdió sangre y probablemente necesitara una transfusión, además de que al parecer tenía sus manos llenas de fracturas, ¿Quiénes fueron los animales que le hicieron eso? Probablemente era lo más útil para incapacitarlo y que no usara su varita, pero aun así solo un hijo de puta podría llegar tan bajo en un enfrentamiento. Estaba tan jodidamente enojado con esos imbéciles, ¿Habrán sido mortifagos o solo magos oscuros que practican hechizos prohibidos? No importaba, eran una puta basura.


Tras calmar la ira en su interior, se acercó para acomodar el cabello del hombre herido, ¿Cómo podría conseguir ayuda para ese mago? No era seguro llevarlo a un hospital de muggles, pues sería lenta su recuperación y encontrarían algo extraño, por lo que en algún momento vendrían otros magos a borrarles la memoria. Quizás debía encontrar a los compañeros aurores que acompañaban a este hombre, pero podrían aun estar ocupados atrapando a los animales esos.


¿Debería enviar una carta al Ministerio de Magia y avisar que el auror Yoon Jeonghan estaba muy mal herido en ese lugar?


Ante las suaves caricias en su cabello, la expresión tensa del mago se relajó. Joshua noto que, si bien estaba inconsciente, quizás aún recordaba sus manos y voz, así que queriendo darle calma para que despertara, le dejo un pequeño beso en la frente y se acercó a su oído.


- Aguanta Hannie, tu eres fuerte así que sé que despertaras pronto. Estoy aquí para ti – Susurro con cariño. El mago frunció su ceño ante los recuerdos que se desenterraron por la familiar voz con la que a veces soñaba.


Debía despertar para confirmar que no era solo parte de otro sueño.





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N/A: Nueva historia y pensaba empezar a publicarla más adelante pero estoy muy hype porque Seventeen gano su primero daesang en los AAA~ 

Este fanfic ocurre en el Mundo Mágico de J.K Rowling, y diría que es un HogwartsAu! pero no se desarrolla mucho en el castillo. Espero que les llame la atención este tema y disfruten leyendo sobre el Jihan en un mundo de magia <3 Empiezo a subirlo seguido desde el jueves, nose porque, pero eso haré. Aviso que algunos capítulos son algo cortitos como este.

Gracias por leer!

Helpless (JIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora