S I E T E

8 0 0
                                    

Como un abismo sentí la atracción súbita de aquel sueño, simplemente no, ya no podía controlarlo, se sentía tan real que pasé de ser una simple espectadora a la protagonista de la historia.

Muevo lentamente mi cabeza indicando mi negativa, aunque no logro apartar la mirada de la filosa hoja. Humedezco mis labios con la lengua, de repente se me secó la boca.

Lili no quita la mirada puedo sentirla sobre mí.

Mueve la navaja lentamente de arriba hacia abajo y se burla al ver cómo la sigo, me tomo las manos y comienzo a hacer círculos en la palma de mi mano con el dedo índice.

-Estás perdiendo el control.

Todo eso te divertía.

-Lili, por favor baja eso. Em, mírame- Lía trataba de tomar el control de la situación.

Lentamente di un paso adelante, y luego otro hasta que estuve junto a Lili, ni ella ni mi hermana se habían dado cuenta de mi cercanía, estaban discutiendo sobre mí, las discusiones siempre eran sobre mí.

Con un rápido movimiento le quité la navaja, pasé mis dedos por la hoja, Lía gritaba, pero yo no podía escucharla, sonreí, lo que sentía en mi pecho era indescriptible. Subí la mirada hacia ellas

-Bienvenida- fueron tus palabras, te sonreí dándote las gracias, ¿Acaso sabías lo que pasaría luego?, ¿Eso estabas buscando?

- ¿Em, quieres saber que se siente? -me hablabas como a si yo fuese una niña pequeña y tú mi mamá. Levanté la mirada, no podía dejar de sonreír, miré a Lía, oh hermana cuánto había querido esto.

-No, Emily mírame. Ella no- Ordenaste, siempre estabas ordenando me qué hacer y qué no.

Tome tu mano y sin pensarlo pase la navaja por tu brazo, el movimiento fue tan rápido y la hoja estaba tan afilada que el corte fue limpio. Una delgada y pequeña línea de sangre tiñó tu piel canela. Mi idea era asustarte, que te dieras cuenta lo que soy capaz de hacer y funcionó, diste dos pasos hacia atrás y me miraste sorprendida. Lía se había tapado los ojos y con sus manos trataba de callar sus sollozos.

Lili, tu solo eras una estúpida niña jugando con fuego, yo era la llama que jamás debiste encender.

Mire a Lía, otra vez lloraba por mi. Observé la piel lisa de su rostro y sus brazos, sus largas pestañas, sus manos delicadas, comencé a acercarme a ella lentamente, Lili gritaba cosas que no lograba escuchar, esta vez ella no tenía el control.

Lía abre sus ojos y me ve frente a ella, inmediatamente entiende que ella es la presa en esta cacería.

No hago nada, primero la observo, se perfectamente qué quiero hacer con ella, llevo años soñando con ello.

De repente siento que alguien me empuja y caigo al suelo, una risa seca sale de mis labios, me levanto rápidamente y tomo a Lili del cabello, la miro directo a los ojos mientras la apuñalo.

- ¿Ahora sí te gusta el juego? - pregunto mientras veo como se retuerce de dolor en el suelo-Te lo dije una vez, no colmes mi paciencia.

Mire a mi hermana, estaba sentada en la cama tratando de calmarse y llorando a cántaros, limpie la navaja con la ropa de Lili y salí de la habitación. Me había molestado y así no lo disfrutaría.

Salí de casa y me senté en las escaleras de la terraza, miré al cielo y sonreí al sentir el calor del sol en mi rostro, me sentí libre por primera vez.

AléjateWhere stories live. Discover now