04

5K 573 63
                                    

Luego de que la sesión fotográfica terminará todo el personal fue convocado para una reunión, San supuso de inmediato que se debía al viaje que le mencionó Samy. Antes de entrar al gran salón dio una pequeña reverencia, busco con la mirada a alguna chica que trabajaba con él y se dispuso a sentarse en silencio.

La reunión comenzó luego de diez minutos, y con ello dando conocimiento de que se realizaría el viaje a New York antes de lo previsto por la agenda atareada, el hombre detallaba con lujo de detalles como sería la sesión, agregando los horarios libres y el hospedaje. San nunca había viajado al extranjero, se sentía emocionado. Pensó, ¿podría lograr hablar correctamente inglés?, no era básico, pero tampoco lo suficientemente avanzado.

Pará cuando dio por finalizado ya era bastante tarde. San se despidió de sus compañeros y tomó sus cosas para irse a su casa, estaba agotado, él día había sido tan agetreado que solo podía imaginar su cómoda cama bajo su cuerpo. Caminó por los largos pasillos de forma rápida, a lo largo del pasillo pudo ver una de las puertas de los salones con la luz encendida. Se miró extrañado, así que decidió por dar una mirada. Al llegar se podían escuchar unas risas a través de la puerta polarizada de vidrio. Dio vuelta la manilla y asomo su cabeza, encontrandose con Wooyoung y dos chicos más, dio un vistazo, el suelo lleno de bolsas de comida chatarra y sodas. Los tres chicos se veían aterrorizados. Yeosang repitiéndose una y otra vez en su cabeza que estaba muerto, sería despedido de inmediato por romper una de las reglas de su contrato, mientras Yunho miraba a Wooyoung asustado.

— Oh Wooyounie eras tú — la dulce voz de San hizo que el corazón del nombrado se tranquilizara tan rápido como lo había asustado.

— ¡San hyung! — lloriqueo Wooyoung levantándose tan rápido como pudo para envolver el delicado cuerpo del mayor entre sus tonificados brazos.

San correspondió el abrazo de inmediato, saludando a los chicos presentes de paso.

— ¿Por qué comen aquí? — preguntó extrañado, sabía que ninguno de los modelos podía romper su extricta dieta, lo tenía claro, pero era bastante tarde.

Wooyoung se separó de él con un puchero en sus labios. Yeosang aclaró su garganta nervioso.

— No podemos hacerlo en las habitaciones — dijo mirando a Yunho, el cual asintió a lo dicho por el peli castaño, San asintió entendiendo la situación.

Miró a Wooyoung el cual se miraba preocupado, para tranquilizarlo peñisco sus mejillas a lo que el menor soltó un pequeño quejido, sorprendiendolo, San miró a los chicos restantes y dio una pequeña reverencia para poder presentarse.

— Soy Choi San, estilista personal de Wooyoung, un gusto — su sonrisa sincera hizo que las ganas de llorar de todos, temerosos por ser encontrados se desvanecieran poco a poco.

Todos asintieron, Yeosang y Yunho dieron por presentarse con San. Wooyoung se acercó al mayor, tomando su mano nervioso, San acarició su cabello para calmarlo. Temiendo que cualquiera pudiera entrar en cualquier momento, pensó rápido.

— Bien, ¿terminaron? — dijo dándole una ojeada a todo el basural, ellos asintieron apenados — Entonces, yo me llevaré esto — San abrió su bolsa, recojiendo todo lo que los chicos habían consumido, tratando de ocultar todo rastro de los envoltorios.

Yunho tapó su boca con su mano, Wooyoung sintió un nudo en su garganta al darse cuenta de lo que su hyung intentaba hacer, no fueron ni unos segundos más para que todos ayudarán a San con la limpieza.

Con todo el lugar limpio y San con su bolsa llena de basura, decidió que ya era hora de ir a casa. Se despidió de todos prometiendo que no diría nada, pidiéndoles que fueran a sus habitaciones a descansar, los dos chicos parecían más que agradecidos con Choi, y realmente lo estaban.

Para cuando se fueron Wooyoung decidió por acompañar a San hasta afuera del gran edifico, Wooyoung no había dicho ni una sola palabra, se mantenía en un angustiante silencio.

— ¿Estas bien? — San preocupado, dio por llamar la atención de Wooyoung quién parecía estar en las nubes.

— Sí, hyung yo — hizo una pequeña pausa y soltó un suspiro — yo quería agradecerte, por todo lo que has hecho por mí, aunque no nos conocemos lo suficiente, eres la persona más linda que he conocido — dijo mientras su expresión facial no demostraba nada, como el primer día en el que se presentaron, más sus palabras se escuchaban sinceras.

San no hizo más que sonreír, se sentía feliz, no sabía el por qué, muchas personas le habían agradecido, pero sentía que esta vez era más especial, más linda, y más dulce. Sus brazos se extendieron a Wooyoung, sin resistir el verlo ahí, como un cachorro. Wooyoung al ver esto, corrió hasta los brazos de Choi como si de un pequeño niño se tratara.

— Estaba asustado, me dije a mi mismo, demonios, nos han atrapado — susurró Wooyoung, soltando un pequeña risa, aliviado.

— Lo sé, pero deberían tener más cuidado para la próxima — dijo respondiendo en un susurro, separándose lentamente del chico. — Bien es hora de irme — dijo mirando al menor, esperando algo, no sabía que era lo que esperaba para irse, solo sentía que debía esperar por más, se negó así mismo y sonrió — Ve a descansar, es muy tarde —Wooyoung asintió sonriendole ampliamente. Y despidiéndose con su mano se alejo hasta desaparecer de la vista del modelo.

















Boyfriends             ❝woosan❞Where stories live. Discover now