Capítulo 18

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A pesar de los dos pares de ojos que la veían con insistencia para que comenzara a hablar, no levantó su mirada y siguió viendo sus manos. Escuchó que Natalia soltaba un suspiro exhausta por la situación, llevaban más de una hora en aquella habitación de interrogatorio sin poder lograr que Anastasia hablara. Mientras tanto, dentro de la cabeza de la chica todo se sentía confuso, hay una gran opresión apretando su pecho y eso solo significaba algo, era la culpa. Anastasia tenía en claro que no tuvo nada que ver con las muertes de Julie Owens y Jodie Aniston, las dos chicas al parecer habían provocado la furia de aquella persona de las llamadas aunque todavía no estaba claro si él había sido el responsable pero en esa ocasión, las cosas eran distintas porque ella había retado a aquella persona y ahora, alguien había muerto.

— Escucha, cielo — Natalia se agachó para poder estar a su altura aunque no pudo encontrar su mirada — Se que lo que viste en la casa de los Osterfield te dejó en shock pero necesito que nos digas lo que sabes, el tiempo corre, esa persona puede estar allá afuera y alguien más puede ser su próxima víctima.

— Ese cuerpo tiene un mensaje para ti — siguió el comisario con voz fría y enojada — Debemos saber si has tenido algún mal entendido con alguien en los últimos días.

Anastasia pudo identificar que el comisario había dicho lo último con demasiada ironía, tenía tanto miedo de poder hablar. Ella sabía que al ir a la casa de Tom podría causar muchos problemas, la misma persona se lo había advertido pero nunca creyó que hablara en serio y más, de ser capaz de dañar a un ser humano. Además del miedo, sentía tanta culpa porque ella había podido evitar aquel asesinato si tan solo hubiera hecho caso a lo que le decían, tal vez ella no había matado a aquella persona pero si era en parte responsable por esa muerte.

No lograba sacar de su cabeza aquel rostro desfigurado, no se podía imaginar lo que una familia sufriría al enterarse que su ser querido había sido asesinado de una manera tan fría y cruel, todo debido a ella. Se sentía atada de manos, si hablaba las cosas podían salir mal pero si no lo hacía, esa persona seguiría allá afuera tratando de dañar a alguien más. La puerta de la sala se abrió, dejando ver a uno de los policías que habían sido encargados de bajar el cuerpo de aquella persona que todavía no lograban identificar, era imposible. Su rostro estaba completamente desfigurado, habían cortado sus dedos y parecía como si hubieran drenado toda su sangre.

— Comisario, tenemos los resultados, hay una coincidencia en la base de datos.

Debido a que tenía su mirada baja, lo único que pudo ver fue como Natalia y el comisario salían de la sala de interrogatorio. Anastasia comenzaba a sentir como le faltaba el aire, cerró sus manos con fuerza e intentó controlarse antes de que sufriera algún ataque de pánico. Se sentía asfixiada de estar en aquella sala, era como si en cualquier momento esta se reduciría para aplastarla con toda la culpa que llevaba dentro. La puerta se volvió a abrir pero esta vez se sorprendió de ver a Arthur ahí junto con Natalia. Sintió los brazos de su padre rodeándola y dándole pequeñas caricias en su espalda para después separarse de ella y darle una pequeña sonrisa.

— ¿Cómo estás, cariño?

— Quiero ir a casa.

— Escucha, Ana, se que quieres descansar pero el comisario Shay y Natalia necesitan que des una declaración de lo que sabes.

— No se nada.

— Oye — su padre hizo que levantara su mirada, encontrándose solo con preocupación en él, eso la hizo sentir aún más mal — Nada malo sucederá, te prometo que haré todo lo posible para mantenerte a salvo.

Secrets and Lies [Tom Holland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora