Capítulo 26. Enigma

311 42 18
                                    

P.O.V. Ciel Phantomhive

El golpeteo de mi corazón resonaba fuertemente, mi respiración se aceleraba, pero mis pasos no descendían, algo que no me preocupaba pues solo quería huir, huir de mis sentimientos y del momento que pase con Sebastián.

—¡¡Ciel!! —Gritó Luka que me perseguía.

Lo ignore y aumente la velocidad, puesto que necesitaba estar solo, pero más, porque no quería que me viera en este estado. Mientras corría, pude sentir el golpeteo de las hojas en mi rostro, algunas ramas me hicieron algunos cortes, pero no me importo, solo me concentré en seguir avanzando, hasta que de pronto, deje de escuchar la voz de Luka, así que me detuve, no sin antes asegurarme que lo había perdido de vista.

Aspire el aire pesadamente y alce la mirada notando que el alba anunciaba su llegada con esos tonos anaranjados que se mezclaban perfectamente en el oscuro cielo, las estrellas comenzaban a desaparecer del firmamento dando paso lentamente a un aclarante cielo. Tomé una bocanada de aire y cerré los ojos para calmar mis emociones, pero me fue imposible, pues comencé a recordar el momento exacto en que todos mis sentimientos se reconectaron con Sebastián, avivando nuevamente aquel amor que supuestamente había olvidado y del cual estaba a punto de sucumbir al intentar acercarme hacia él, a voluntad propia. Cierro los puños y abro los ojos, sintiendo como las gotas saladas se resbalan en mis mejillas, a la vez que comienzo a sentirme abatido.

—No... no puedo sucumbir... —Murmure y me limpie las lágrimas con el antebrazo.

En breve sentí con me jalaban del brazo y antes de hacer algún tipo de acción de defensa, me detuve al encontrarme primeramente con aquellos orbes cafés que conocía.

—Luka... que...

—Shh... No digas nada... —Habló interrumpiendo mi argumento al tiempo que sus nudillos limpiaban los rastros de mis lágrimas, algo que no duró pues moví mi rostro. —No hagas eso

—Mas bien tu no deberías aprovecharte —Alegue y me aleje dándole la espalda. Escuche que suspiro y se acercó.

—¿Qué fue lo que pasó? —Preguntó inquieto.

—Nada, debemos irnos —Contesté áspero y comencé a avanzar, pero mi camino fue obstruido por él,  que se colocaba enfrente de mí.

—No, quiero saber que te hizo para que te hayas puesto así —Dijo con enojo.

Lo observó por un momento pensando en que decir, puesto que Luka desconocía la relación que tuve con Sebastián.

—Ciel, sabes que puedes confiar en mí. —Agregó de manera apacible reduciendo la distancia entre nosotros para luego colocar su mano en mi cintura y atraerme hacia su cuerpo, juntando su frente con la suya, algo que me tomó por sorpresa y que no me dio tiempo de reaccionar.

—No permitiré que Michaelis, ni nadie te lastime... —Manifestó con sinceridad posando su mano en mi mejilla. —...Porque yo te...

Lo interrumpí empujándolo, pues intuía lo que estaba a punto de pronunciar y no quería escucharlo, porque no puedo corresponder a sus sentimientos, no, cuando mi alma está ligada a alguien más. Y, aun así, si tuviera la oportunidad de ser feliz con Sebastián, no podría, pues mi destino ya está escrito.

—Luka... lo siento... —Hable de manera mesurada, él me miró y negó con la cabeza.

—No tienes porqué disculparte, se lo que pasa por tu mente... sin embargo no me rendiré. —Explicó y sonrió tranquilamente.

Suspire ante su transigencia, que me limite a no responder, así que gire sobre mis pasos dándome cuenta de los primeros rayos del sol.

—Debemos irnos, aún tenemos que seguir con nuestros planes. —Dije con seriedad para luego avanzar a velocidad sabiendo que Luka me seguía fielmente.

Amor CarmesíHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin