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8 años después.

chenle fue internado un 6 de enero, estuvo vomitando toda la noche hasta que no tuvo nada en su sistema haciendo que empezara a vomitar sangre, a todo eso presentó un dolor de cabeza intenso haciendo que lo debilitara más y más.

jisung fue avisado sobre el estado de su novio al día siguiente, corrió a visitarlo y a cuidarlo, se percató que todo en el estuviera estable y no le faltara nada.

el mayor temor de chenle había llegado, había sido internado.

el castaño se quedaba con la mirada fija en la ventana todas las veces que alguien llegaba a visitarlo, solo movía la cabeza para aceptar o negar algo y cerraba los ojos para hacer saber que sólo quería dormir.

el menor al ver el decaimiento emocional de su pareja, decidió hacerlo feliz de nuevo así que puso todas sus ideas en la mesa y preparó algo que seguramente le encantaría a su novio.

para cuando el mayor despertó, su tenue y blanco habitación están llena de colores y globos, a su lado se encontraba jisung que intentaba amarrar un globo amarillo a su suero.

el menor al girarse sonríe al ver al castaño despierto y toma la silla para sentarse a su lado.

—has dormido mucho, lele— dijo el pelinegro mientras acariciaba la pálida mejilla del más bajito.

—tus padres y las enfermeras nos dejaran este día para nosotros dos, sólo tú y yo, ¿qué te parece?

chenle dudó un poquito pero finalmente respondió.

—suena fantástico— la voz de chenle era música para jisung, la mayoría de veces chenle dormía o le dolía mucho la garganta y era difícil no poder escuchar su dulce voz, esa dulce y acaranelada voz.

toda la tarde se la pasaron sacándose fotos y jugando cartas, le dibujaron caras a cada uno de los glóbos y en un instante donde chenle tenía el rotulador negro sobre sus manos acercó más a jisung para darle un beso en la mejilla y sonreirle.

apartó el pelo sobre la frente del pelinegro y empezó a escribir sobre el, el menor no se negó pero se sentía curioso sobre lo que su novio había escrito sobre su frente.

—no lo veas hasta que me quede dormido— susurró chenle para darle otro beso pero esta vez uno en los rosados labios del más alto.

al final del día, cuando chenle finalmente durmió, jisung corrió al baño más cercano para revisar el mensaje que el mayor le había dejado y al ver los tres números escritos sobre su frente no hizo más que sonreír.

"143"




Te ofrezco el recuerdo de una rosa amarilla vista al atardecer, años antes de que nacieras.

what can i stop you with? 🍶 jichenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora