Capitulo 5

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El viaje que mi madre quiso hacer conmigo a España no fue tan largo, por suerte. Una vez ahí fuimos recibidas por mi hermano y su esposa Yukino.

- Lucy, cuanto has crecido - Mi cuñada me abrazó y correspondí de la misma forma - ¿Cómo has estado?

- Bien - Me separé - ¿Y ustedes?

- También.

- Sting, nosotras nos quedaremos unas semanas aquí - Mi madre sonrió forzada, pues ella nunca aceptó que mi hermano se case con Yukino.

Pero de todas formas lo amaba y hacía ese "Sacrificio" para no perderlo.

- Pueden quedarse en mi casa - Mi hermano abrazó por detrás a su esposa - Yukino y yo tendremos al bebé en una semana, o tal vez en unos días antes.

- ¡Que buena noticia! - Me sentí feliz por ellos - ¿Ya saben qué es?

- Un niño - Yukino sobo su vientre - Hace unas semanas me lo confirmaron.

- ¿Les parece si seguimos esta conversación cuando lleguemos a vuestra casa? - Dijo mi madre y todos estuvimos de acuerdo.

Mi hermano tenía una furgoneta gris en el cual nos llevó a todos. Fuimos a su hogar y yo quedé asombrada al ver que su casa era el doble de la mía y de mi madre.

Mi hermano era profesor de Ciencias mientras que su esposa atendía un restaurante.

Yukino me enseñó la habitación donde me quedaría y lo mismo hizo con mi madre. Yo instalé mis pocas cosas y me puse a leer un libro, no tenía otra cosa que hacer ya que mi madre me quitó mi movil para asegurarse de que "Merendy" no vuelva a contactarse conmigo.

- Lucy - Mi cuñada entró y se sentó junto a mi - ¿Cómo está eso de que tu padre las buscó?

- ¿Mamá le dijo a Sting?

- Sí, y ya imaginarás como se puso él - Se preocupó - Pero dime, ¿Es cierto que tú lo corriste?

- Mi papá esta muerto para mi - Susurre - Desde que se separó de mi madre no quiero volverlo a ver en mi vida.

- Lo odias.

- Supongo - Ella sonrió un poco - Creo que si, pero hay veces en las que me gustaría volverlo a ver en la mesa con todos nosotros.

- ¿Quieres hablar con él?

- No, mi madre es capaz de matarme - Me espante - ¡Además él tiene la culpa de todo!

- Tranquila - Yo me había alterado - Mejor cuéntame como te va en el instituto.

- Bien - Dije con simpleza - Pase el año como podrás imaginar e hice "Nuevos amigos".

- ¿Cómo se llaman?

- No te lo puedo decir - eso la extrañó - Conoces a mi mamá, si ella se entera que hice nuevas amistades me cambiará de instituto.

- Lucy, creo que tu madre está exagerando - Yo me sentí mal - Qué harás cuando tengas tu primer novio, o cuando tengas que hacer un trabajo con algún compañero de la Universidad

- Sé que mi mamá es un poco sobreprotectora, pero lo hace para que nada malo me suceda - Yukino me abrazó como una hermana - Tal vez con el tiempo ella suavice su carácter...

- Sé que no puedes contarle a tu madre lo que en verdad sientes y piensas - Habló cariñosa - Pero tienes mi número y puedes contar conmigo siempre...

- Gracias, Yukino...

...

España era un país hermoso, disfruté mucho los teatros y la comida callejera del lugar. Me gustó estar con mi cuñada, me gustó acompañarla ahora que su bebé podía nacer en cualquier momento.

- ¿Qué nombre le pondrán?

- Estaba pensando en Alex o Yamil - ella hacía los ultimos retoques a la habitacion de su hijo - ¿Cuál te parece mejor?

- Yamil - Sonreí - Es bonito, de seguro le quedará muy bien cuando nazca.

- Lucy, quiero que seas la madrina - Yo amplíe mis ojos sorprendida - No tengo hermanas y tú eres como una, quiero que mi hijo tenga de madrina a alguien como tú.

- Yukino... - Ella se sobo el vientre, me puse de pie y la ayude a caminar hasta la otra habitación.

- Parece que está ansioso por nacer... - Rio cuando la acosté en el colchón.

- Si te sientes mal podemos ir al hospital - Ella negó - ¿Por qué?

- Sting le prometió a tu madre que cuando nuestro hijo nazca será recibido por ella...

- ¡Está loco! ¡Tú necesitarás cuidados especiales!

- Sting ya visitó todos los hospitales de la ciudad, solo hay doctores hombres y tu madre....

- ¡Yukino! - Me asusté cuando se quejó de dolor - ¡Yukino debemos ir a un hospital!

- Tranquila, todo estará bien... - Resistió las contracciones.

- El bebé de seguro ya viene, debemos...

- ¡Mamá! - Escuché a sting detrás de mi - ¡Mamá, Yukino dará a luz!

Sting se acercó a su esposa y la acompañó preocupado, la tomó de la mano y le dijo cosas bellas, que ya estaban muy cerca de recibir el mayor y mejor regalo de la vida.

Mi madre entró con toallas limpias y todo lo que iba a ser necesario para el nacimiento de mi sobrino.

- ¡Hay que llevarla a un hospital!

- ¡De ninguna manera! - Me madre me observó enojada mientras Yukino se encogía de dolor - ¡A mi nieto lo recibo yo para que no se convierta en un canalla como tu padre!

- Yukino... mi amor resiste... - Sting estaba muy asustado, yo también, pero mi madre insistía en ser ella quién reciba a mi sobrino.

Vi a mi pobre cuñada sufriendo aquella tortura por horas.

Temí que perdiera a su hijo por culpa del odio que tenía mi madre hacia los hombres.

- Tienes que pujar, hazlo con fuerza.

- ¡Mmmph! - Yukino obedeció mordiendo un pañuelo, su cuerpo sudaba y le faltaba aire.

- ¡Sigue! ¡Has algo bien por primera vez en tu vida! ¡Sigue pujando o mi nieto morirá!

- Yukino, tu puedes... - Yo le limpié el sudor de la frente - Vamos amiga, sé fuerte y así tendrás a tu hijo contigo...

- ¡Ya casi terminas! ¡Sigue, rápido!

- Yukino... - La miré con lástima.

Mi amiga sacó el pañuelo de su boca y soltó lágrimas gruesas junto a otro grito desgarrador.

Ese día sentí mucho miedo, pensé que mi amiga no soportaría el parto y que por culpa de ello, ella y el bebé fallecieran.

Gracias al cielo todo salió bien.

"Yamil" nació alrededor de las diez de la noche.

Yukino fue muy feliz con mi hermano cuando lo pudieron conocer, por fín aquella larga espera de nueve meses valió la pena.

Mi madre no estaba muy contenta, el saber que sería niño le había quitado la alegría de ser abuela en cuanto se enteró.

Y eso me preocupaba.

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Continuará***

"Cuando el peligro está en casa"  |Fanfic_FT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora