Gold & Regina viven ahora muy felices al lado de sus respectivas familias en Storybrooke.
La paz y tranquilidad los acobija, pero jamás se debe bajar la guardia. ¿Qué ocurrirá cuando deban enfrentarse a un nuevo peligro? Serán tan fuertes como para...
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Hyde arrojó su teléfono contra la pared, ¡Los habían encontrado!, la cortina distractora que había creado con el incendio de la alcaldía no funcionó, ese imbécil de Gold arruinaba todo sus planes una vez más, lo peor era que tenían a Jekill con ellos, tuvo que hacer un gran esfuerzo para no perder la cordura cuando le hicieron esa llamada informándole lo que había sucedido, seguía caminando de un lado a otro, ahora sólo esperaba que su último movimiento no fuera alterado .
Gold había permanecido en el hospital, ahora que tenia sus recuerdos no iba a separarse de Liz, Tiana había corrido a la sala de emergencias en cuanto se enteró que el detective al fin encontro a su madre, así que los dos (Gold & Tiana) en compañía de Naveen estuvieron toda la noche velando su sueño, Gold lo que más deseaba en aquellos momentos era matar a Hyde por todo lo que se atrevió a hacerle a su esposa, estaba sentado en la silla a la par de la camilla sosteniendo la delicada mano de su esposa, aprovechó que la joven pareja fue a la cafetería y él se ofreció a cuidar de Liz, Tiana aceptó ya que estaba muy agradecida con el detective por no haberse rendido, para el detective era muy duro ver a su esposa en esa camilla y odiaba verla en aquel estado, se culpaba por lo que le ocurrió, pero no iba a permitir que Hyde se atreviera a hacer algo más, por eso tomó medidas preventivas, nadie podía ingresar a la habitación sin estar autorizado, habían policías en la entrada, y esperaba que el Dr. Jekill despertará para obtener su testimonio y encerrar a Hyde, no podía simplemente ir y hacerlo, porque se pondría en evidencia, estas horas le sirvieron para pensar muy bien que hacer .
Facilier estaba sentado en su escritorio, realmente no tenía nada que hacer, así que tomó su baraja de cartas y comenzó a leerlas, cada que pensaba en Regina, salía la carta de "los amantes"
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Fruncía el ceño mientras mordía sus labios sabia de memoria el significado de aquella carta: "El verse enfretados a tomar una decisión crucial e importante, que sera tomada siempre desde la emotividad", podría decirse que aquello apuntaba a que Regina estaba indecisa, amaba a su esposo, pero también sentía cosas por él gracias a la historia que tuvieron en el pasado, bueno no podían acusarlo de malo, porque él solo aceptó el trato que ella misma propuso, tomo las cartas y las guardo, de nada servía seguir dándole vueltas a eso una y otra vez
