Emily
Me acerqué a el y nos fundimos en un abrazo.
-¿Mejor? -Pregunté refiriéndome a si ya no tenía frió.
-Mejor. -Respondió y pude notar que ponía una sonrisa de suficiencia.
-Borra esa sonrisa. -Murmuré en broma.
-Oblígame. -Me apretó mas fuerte contra el.
-Yo que tu no me retaría. -Reí. Nos separamos y entonces oímos como venían los demás corriendo.
-Ya estamos aquí. -Anunció Alli, que traía una manta. -Vale, ¿Quien se acerca a cogerlo?
Todos nos quedamos callados. -Ya lo hago yo. -Rodó los ojos Alex, cogió la manta y se acercó a donde esta el cervatillo saliendo de la tripa de su madre. Se agachó y envolvió al pequeño cervatillo con la manta limpiándole la sangre. Era tan pequeño que seguro que no sabría andar.
-Que bonito es. -Comentó Leslie una vez limpio el cervatillo.
-Si, pero pesa bastante. -Añadió Alex que tendría que llevarle en brazos hasta casa.
Por el camino fuimos hablando sobre que podíamos hacer con el cervatillo y al final decidimos regalárselo a un granjero que vivía en Blackout. Llegamos a la casa y Leslie y Brad fueron a regalar el cervatillo al campesino. Mientras los demás fuimos al bar.
Entramos y era un sitio pequeño pero acogedor, nos sentamos en una mesa. Y fui yo a pedir a la barra.
-Hola, ¿Que te sirvo? -Me pregunto la camarera sonriente. Era una chica joven, de nuestra edad, tenía un cabello rubio y unos preciosos ojos azules. Tenia pinta de ser maja.
-Hola. -Salude y le dije todo el pedido. Entonces entraron cuatro chicas, también de nuestra edad y bastante guapas, me giré para mirarlas. Primero miraron hacia la mesa donde estaban Alex, Dani, Alli y Scott, y sonrieron coquetas. Después me miraron a mi con desprecio. Una de ellas estaba en el medio y fué la que me fulmino con la mirada, supuse que era la jefa.
-No te tomes a mal que te miren así. -Me susurro la camarera haciendo que la mirara. -Tienen envidia de los chicos con los que estas. Van a intentar separaros. -Me advirtió.
-¿Que? -Pregunté sin entender. Y escuché atenta la respuesta.
-Van a intentar ligarse a tus amigos, o novio. -Aclaró. -Lo se por propia experiencía. Intentaron separarme de mi novio pero no lo consiguieron. ¿Sabes porque? -Pregunto sonriente.
-Porque te ama. -Reí.
-Exactamente. Y el amor, todo lo puede. -Me guiñó un ojo. -Mira, la guarra de en medio es Penelope, las demás son sus secuaces. -Me explicó. -Por cierto, soy Natalie. -Se presento, y me tendió la mano.
-Emily, encantada. -Le dediqué una sonrisa. -Gracias por la advertencia.
Entonces a mi lado apareció Alex. -¿Porque tardas tanto? -Pregunto. Y cogió unos cuantos vasos y los llevó a nuestra mesa.
-Ya nos veremos. -Me despedí de Natalie. Cogí las demás bebidas y fuí hacia nuestra mesa. Entonces entraron en el bar Leslie y Brad, y se sentaron con nosotros en la mesa.
-¿Quienes son esas que no paran de mirarnos con odio? -Pregunto Leslie.
-Sera a vosotras porque a nosotros no paran de guiñarnos el ojo. -Comentó Scott.
-No tengo ni idea de quienes son, no las había visto en mi vida. -Contestó Alli.
-La camarera me ha dicho que la de en medio es Penelope, las demás sus secuaces. -Comenté.
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Enamorame, si puedes... © (EDITANDO)
Teen FictionEmily siempre se ha considerado una adolescente normal, con una familia, dinero necesario para vivir y unos estupendos amigos. Solo que con una pequeña diferencia, ella no cree en el amor, a diferencia de una de sus mejores amigas Leslie, lo cual le...