Capitulo Uno

193 9 15
                                    

Narra Jacob

Sentando en el alfeizar de la ventana de mi habitación, mirando el empañado cristal por la helada que hace esta noche termino de beberme el vaso de leche templada que hace tan solo un par de minutos me he preparado.

Mirando hacia el cielo oscuro se que es pasada la medianoche. Mirando mi móvil verifico que casi dan las dos de la mañana y yo aún sigo despierto cuando en unas horas tengo el último examen del curso, el cual me llevara a graduarme o a tener que repetirla un año más.

Dejando la taza vacía a un lado en el suelo miro una vez más por la ventana, tensándome por un momento cuando frente a mi, justo en la habitación frente a la mia, un chico, hombre más bien, así como de mi edad aparece desnudo, solo, cubriendo ese cuerpo bien formado que desde aquí veo con una camiseta que le llega a los muslos. Una prenda negra es deslizada por las piernas de ese al que no le veo el rostro porque está de espaldas a mi.

Apartándome rápido de la ventana me meto en la cama, cerrando los ojos, intentando olvidar esa imagen, ese cuerpo desnudo y bien formado. La presión en la parte baja de mi cuerpo me hace tensarme por un momento, recorriendo en plena oscuridad mi cuerpo con una sola mirada, llegando hasta esa parte de mi anatomía que ha decidido revelarse con una erección que no debería ser así porque a mi no me gustan ni interesan los hombres.

— Esto no puede estar pasando —intento bajar como sea mi erección pero solo duele —no me gustan los hombres.

Intentando calmar esa parte de mi cuerpo pienso en mil cosas, desagradables, que me gustan pero no pueden causarme esto que ya está sucediendo, sin éxito.

Las dos únicas opciones para arreglarlo que se me ocurren son o bien aliviarme y de ninguna forma pienso llegar a las manos en ese sentido y mucho menos con la imagen de otro hombre causándome esto. La otra es una ducha y esa no la descarto, saliendo de la cama y de mi habitación, yendo al cuarto de baño al final del no tan largo pasillo, encerrándome metiéndome bajo el agua fría aunque ya de por si haga frio, saliendo minutos eternos después, cubriéndome con mi albornoz. Apagando la luz salgo del cuarto de baño, volviendo a mi habitación.

Lo primero que hago después de cerrar la puerta es cerrar las cortinas, metiéndome tal cual, dejando el albornoz a los pies de la cama, en la cama, cubriéndome hasta arriba, durmiéndome poco después de conectar la alarma, intentando olvidar eso que vi hace un rato por no haber podido dormirme.


El último examen es desde la una hasta las dos y media y ya casi dan las tres mientras esperamos que Heejun salga de clase y podamos irnos los siete.

— ¿Vamos a celebrar la libertad esta noche cenando y de fiesta?—pregunta Wooyoung —somos libres y estamos en el derecho de disfrutar como tal.

Todos uno a uno vamos respondiendo, aceptando ese plan incluso Ziu que no tarda mucho en reunirse con nosotros diciendo si al plan de Wooyoung, yéndonos no mucho después cada uno a nuestras casas.

— ¿Vienes con nosotros? —miro a Hyeop y Woo —vivimos cerca y no vas a ir andando si podemos llevarte en coche.

Acepto, subiendo en la parte trasera del vehículo mientras que ellos obviamente van delante. Abrochando mi cinturón de seguridad no puedo evitar tensarme, más viendo la imagen frente a mi de mis dos amigos besándose sin reparo alguno mientras esperamos hasta que los coches por delante nuestro salir del campus.

— Chicos ¿podéis dejar eso para cuando estéis solos? —señalo al frente —ya no hay nadie delante.

Por suerte para mi no vuelven a besarse, aunque aún me siento algo tenso por lo que he visto, por los recuerdos de lo de anoche llegando a mi cabeza una vez más, intentando quitar esa imagen cuando aparcan no mucho después, bajando, despidiéndome rápidamente hasta dentro de unas horas, encerrándome en mi habitación ignorando al resto de seres vivos que hay en casa a excepción de mi gato Charlie quien ronroneando se acerca pidiéndome que le acaricie.

Una única nocheWhere stories live. Discover now