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Parte 5.

Nuevamente en la escuela. TaeHyung no mostraba ni un poco de miedo, pero la verdad que sí lo sentía, sabía que su mejor amigo podía llegar muchas veces a ser bastante malo y más ahora que se ha mostrado a él de una forma distinta.

Era la primera vez que llegaba antes que todos, era el único en el salón. Le intrigaba demasiado que este día no hubiera clases, ya saben, esas típicas bromas donde le dices a tu compañero que sí hay clases cuando en verdad no las hay, sin embargo, cuando vio entrar a la maestra de Inglés se tranquilizó.

— Good morning, mr. Kim — saludaba la maestra que ponía sus cosas en el escritorio —. Has llegado temprano, qué sorpresa.

— Good morning, teacher — pronunció apenas y con ganas el chico —.

Su mirada se agachó repentinamente, no quería hablar con esa maestra, pues se sentía bastante incómodo, por otro lado, no podía dejarla así, era de mala educación.

— Sí, quería mejorar con mis rutinas, ¿me ha salido bien, cierto? — Comentó con una pequeña risa totalmente fingida.

— Bastante bien, hasta me ha sorprendido — guardó silencio un momento, acercándose lentamente hacia donde estaba sentado TaeHyung —. ¿No te dijeron?

El menor arqueó una ceja ante esa pregunta, mirando a la maestra sin entender. Esta por su parte, se medio sentó sobre la paleta del chico, subiendo su pierna, provocando que su falda se subiera y se notara su muslo liso y blanco. A TaeHyung ya le tenía harto que siempre tratara de coquetearlo.

— ¿A qué se refiere? — Miró el muslo de la maestra, subiendo su mirada hasta su rostro.

Una pequeña sonrisa se formó en los labios de la maestra, moviendo sus cabellos dorados a su hombro derecho para después inclinarse.

— Hay junta de maestros en esta primer hora, así que nadie vino, además le mencioné a JungKook que le avisara a sus compañeros, pero él me dijo que quería tener repaso, por eso he venido.

« JungKook... »

— ¿Y usted por qué no está en la junta?

— Sólo doy cinco horas a la semana de clases, ¿crees que es necesario enterarme de todo? — La joven maestra luego de encoger sus hombros llevó su mano hasta la nuca del contrario— TaeHyung, vas mal en clases, ¿no quisieras una ayudadita? — Preguntaba acercándose más a él.

Aquel chico ni ponía atención ya a lo que decía su maestra, ni mucho menos a aquellos actos que comenzaba a hacer, pues sólo le giraba en su cabeza el nombre de su supuesto mejor amigo que no le había avisado nada.

Al sentir unos delicados labios sobre los de él se sobresaltó, separándose de inmediato. Su maestra lo había besado.

— ¿Disculpe? — Le miró con total asco.

— ¿No te gusto, TaeHyung? — Preguntaba la rubia mordiéndose el labio y ahora yendo a sentarse en las piernas del contrario.

— Es mi maestra.

— Lo sé, ¿y qué hay de malo con eso? A tu mejor amigo le gusto.

Al escuchar esto último, el menor miró a la maestra con una sonrisa ladina.

— Entonces también le hace lo mismo a él, no quiero ser de esa bola.

— No, claro que no. Sólo tú me calientas...

« Realmente está necesitada. »

Ahora la parecía más divertido esto. Llevando su mano hasta debajo de la falda de la maestra, donde pronto pudo sentirla húmeda, comenzó a acariciar su clítoris lentamente, mientras esta comenzaba a gemir débilmente.