Otoño

514 72 18
                                    

El tiempo pasaba rápidamente. Las vistas en la bella ciudad cambiaban poco a poco. Rusia nunca se había detenido a pensar solo por un momento lo precioso de la luz del sol entre las fachadas de los edificios, el arrullo de las aves a sus polluelos o el suave cariño de la fresca brisa. Quizás si lo había hecho antes, solo no lo recordaba, teniendo la mente entre tantos problemas, entre tanto agobio y dolor, aguantar los golpes y las pesadillas solo para no asustar ni a Ucrania ni a Bielorrusia. Tal vez en un punto olvidó sentir, pero ahora mismo se permitió respirar un poco.

"Creo en el sol, aun cuando no esté brillando.

Creo en el amor, aun cuando no lo sienta.

Creo en Dios, aun cuando Dios esté callado"

Él aun recordaba cuando leyó esas palabras. Esas palabras en el campo de concentración que le hicieron llorar en su completa soledad hace solo unos días. Porque él lo siente, ahora lo siente, y quizás su padre en su momento también lo sintió. Cuando él leyó esas palabras, su mente no pudo procesarlas. Él se negó a sí mismo que alguien vivo las escribió en los muros con sus propias manos. Él se negó a sí mismo que las últimas palabras de una persona pudieron haber sido esas. Rusia no quería creer que las últimas palabras de un niño habían sido de vagas esperanzas. No quería hace tiempo, pero ahora lo creía.

Creía que allá fuera, no de sus tierras sino dentro de ellas, no era necesario ir tan lejos para ver que la situación era exactamente igual. Había oscuridad, había miedo, y él no quería creerlo solo para cuidar de sus hermanos y perdonarles ese dolor, pero ahora entendía más. Saber de su abuelo y de su padre, saber facetas de ellos que nunca creyó imaginar, menos escuchar, le hizo ver esa vida, estaban vivos y ellos podían sentir. No había pecado en tener más emociones.

Así que quizás, era correcto sentir amor ¿Qué tenía de malo amar? ¿Por qué no sentirlo por aquellos que ya jamás iban a poder vivirlo? ¿Por qué no amar por aquellos que perdieron el amor? ¿Por qué no amar si es eso lo que te hace feliz?

¿Por qué debería de ser pecado amar?

―Россия, ты в порядке? ―Esa fue la dulce voz de su hermana pequeña. Al verla pudo notar la muñeca que llevaba en sus brazos. Era de trapo, con un vestido colorido y lo que parecían ser grandes trenzas. No reconocía muñecas de ese tipo, así que supuso quién se la había dado. La expresión en su rostro se veía ligeramente mortificada.

Rusia la observó bien y notó detalles que antes no. Ella era pequeña, quizás más para sus estándares que para los de México, recordando que él había mencionado que ellos crecían más que él, incluida Bielorrusia. Ella apretaba la muñeca con fuerza entre sus brazos, ya se había encariñado con ella. Rusia no tenía que ser un genio para darse cuenta de que su hermana amaba su nueva muñeca, y con el modo en que la sujetaba, tenía miedo de que se la quitaran.

Y muy en su interior, hubo cierta tranquilidad al saber que ella aun podía amar.

―не беспокойся ―El trató de mostrar una sonrisa, aunque estaba seguro de que solo era una mueca en su cara. Bielorrusia se sorprendió ligeramente, pero ella correspondió la sonrisa de forma sincera. Un pequeño brillo se mostró en sus ojos.

"Solo por un momento, que ella sea una niña" Rusia pensó para sí ―¿Qué estás haciendo?

―Voy a mi cuarto a acostar a María. Мексика me la regaló, dijo que ese es el nombre de ella ―Bielorrusia le mostró mejor la muñeca y él se dio cuenta que la ropa era casi idéntica a uno de los vestidos de ella ―La hizo junto a Украина. También me prometió que leería más historias.

―¿Мексика и Украина siguen en el taller? ―Bielorrusia asintió, permitiendo a su cabello moverse sedosamente.

El taller "El tallador de madera de Bogórodskoye" fue quizás su lugar favorito cuando niño. Figuras talladas de madera en manos de maestros tallistas, casi siempre en maderas blandas como el tilo, todas retratando la vida rural. Vidas de fantasía y de paz. Siempre le había gustado ir junto a su padre y luego junto a sus hermanos al taller, los maestros les dejaban probar varios de los juguetes, mientras que otros les gustaba mostrarles el modo en que las figuras eran talladas. En cada una de esas figuras la que más abundaba era el oso, para él eso era maravilloso, el oso era su animal favorito después de todo.

Quizás -#EventoRusmexNavideñoWhere stories live. Discover now