Capítulo 6: Perder

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Capítulo 6: Y Perder

El dorado y blanco reinaban por sobre los demás colores en la aldea en la cual Rook Blonko había nacido. Pues aquel día no era como los otros, pues aquel muchacho que fue el primero en salir del planeta y volvió siendo un héroe, hoy por fin sentaba cabeza, como dirían algunos coloquialmente. Cuando el clan Rook supo la noticia no esperaron para contarles a todos los demás. Las dos niñas menores de la familia estaban encantadas, pues ansiaban tener un sobrino al cual regalonear.

Todo el pueblo ofreció su ayuda para la ceremonia y para el momento en el cual se llevaría a cabo la unión, todo estaba tan perfectamente lucido que la aldea que alguna vez lucía solo colores apagados, había adquirido una nueva aura de vida.

La tradiciones eran importantes, por eso el sabio del pueblo, un hombre culto en lengua y saber, al contrario de lo que fue Kundo, que era especialista en la lucha, era el encargado de presentar la unión ante los dioses.

Ahora nos adelantamos al momento en el cual todos estaban reunidos en la plaza del pueblo. El joven Blonko estaba en un altar hecho con hermosas flores que parecían de oro, cultivadas únicamente para eventos como aquel.

Yo pude observar todo aquello en cada pequeña parte y ahora estaba también en el altar, junto a Rook. Él estaba nervioso pero yo le sonreí dándole un pequeño codazo en la espalda.

- no estés nervioso, ella llegará – asintió, no menos nervioso que antes.

Hubo una exclamación del público, por fin la novia había aparecido. Vestida con una hermosa túnica bordada a mano, Rayona avanzó lentamente entre los presentes hasta situarse junto a Blonko frente al sabio.

Juntos exclamaron aquellas palabras que los unirían para toda la vida y con la marca hecha por sus propios dientes, sellaron para siempre sus destinos.

El dolor que sentí fue tal que pensé que desfallecería.

Intenté resistir, pero no podía detener las lágrimas que bajaban a grandes mares por mis mejillas. Pero ninguno de los presentes conocía la verdad tras estas, seguro pensarían que era alegría por mi mejor amigo, nada más alejado de la verdad.

Cuando ellos se besaron, sentí como mis piernas temblaban y una mano me sostuvo antes de que callera. Dos ojos dorados me observaron con tristeza.

- Ben... - aquel niño al que alguna vez llamé solo "pequeño" me miraba con tristeza al saber que era lo que sentía.

- e-estoy bien – dije en voz baja volviendo a recomponerle.

No podía mostrar dolor, no debía. No quería arruinar el gran día de Rook.

Cuando supe de mis sentimientos por Rook debí saber, no, debí aceptar que esto acabaría pasando tarde o temprano. Pero me cegué de amor. Creyendo absurdas leyendas de que Betas como yo podían encontrar el verdadero amor. Pero los Betas no tenemos un final feliz, ni siquiera por ser el salvador de la galaxia.

Sequé las lágrimas de mi rostro con la manga de mi traje. Recordando como hace dos años, en aquel viaje que hicimos para conocer a sus padres, supe que perdería a Blonko para siempre, cuando la volvió a ver.

Al verlo ahora tan feliz, rodeado de su familia, solté la mano del niño y le dije con voz calmada.

- ve con tu hermano, él necesita a su familia ahora y yo no soy parte de ella – revolví sus oscuros cabellos mientras me alejaba.

Nadie notó cuando salí del planeta, ni siquiera él. Pero ya había cumplido con mi parte de ser un buen amigo, no podía quedarme a ver más. Ya había visto suficiente y no creía aguantar más. Solo entonces, con la soledad del espacio a mí alrededor pude dejar salir todo lo que mi corazón guardaba.

Beta βWhere stories live. Discover now