112.2.-STRANGER THINGS (STEVE HARRINGTON)

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Hopper colgó el teléfono con un fuerte golpe.

—No le han creído, ¿verdad? —preguntó Dustin.

Se encontraban en la casa de los Byers tras huir de los demoperros en el Laboratorio.

—Ya veremos.

—¿Ya veremos? Tenemos que hacer algo. No podemos quedarnos aquí con esas cosas sueltas —exclamó Mike.

—Nos vamos a quedar aquí a esperar refuerzos —sentenció el jefe de policía.

Kenna se levantó de la silla. Estaba cansada de estar sentada, así que decidió investigar la casa siguiendo los dibujos que ocupaban todas las paredes. Cuando llegó al salón se encontró a Will inconsciente en el sofá. Jonathan, su hermano, le susurraba algo. Nancy se encontraba a su lado, con una mano en su hombro como muestra de apoyo. Steve les observaba desde la otra punta de la habitación.

La pelirroja se dio cuenta de la química e intimidad que tenían Jonathan y Nancy, así que confirmó que la castaña y Steve habían terminado. Ya lo suponía desde hacía un par de horas.

—Oye, Steve. Toma —llamó la atención del chico ofreciéndole el mechero, aunque en realidad era para que dejara de mirar a la pareja. Estaba segura de que le estaba doliendo verles juntos.

—Gracias —murmuró recuperando el objeto.

Ambos entraron a la cocina, donde estaban los menores.

Entre el grupo de amigos descubrieron que Will, los demoperros, los túneles y el monstruo del Mundo del revés estaban conectados por la mente de colmena. Dustin decidió bautizar a dicho monstruo como el Azotamentes. El que controlaba a todos los demás. Si mataban a este, acabarían con su ejercito, pero para saber cómo hacerlo necesitaban a Will. El problema era que si el niño descubría donde estaban, el resto de seres también lo sabrían.

Will consiguió enviarles un código sin que el Azotamentes se enterara: "Cerrad el portal", pero sonó el teléfono y el monstruo descubrió su localización. Todos se armaron para defenderse cuando su ejercito llegara. Hopper y Nancy con armas de fuego, Steve con su bate, Lucas tenía su tirachinas, Mike un trofeo y Kenna había recuperado el mechero de Steve y ahora tenía un bote de laca para agrandar la llama.

Un demoperro entró volando por la ventana, pero ya estaba muerto. La cerradura de la puerta se abrió sola, mas solo era una niña vestida de negro. Kenna adivinó que aquella debía ser Once, la chica con poderes de la que le había hablado Dustin. Descubrieron que Once había estado todo ese tiempo en su mundo, pero oculta con Jim Hopper.

La morena no pareció aceptar muy bien la presencia de Max, porque cuando la pelirroja menor se presentó, ella la evitó.

Y ahora ya tenían a la única persona que podría cerrar el portal.

Decidieron que Once iría con Hopper al Laboratorio. Mientras tanto, Joyce y Jonathan se llevarían a Will a la cabaña del bosque, donde vivían el Sheriff y la niña, para sacar al Azotamentes del pequeño y así salvarle.

Nancy y Steve fueron a buscar calefactores para calentar a Will.

—Deberías ir con él —habló Steve.

—¿Qué?

—Con Jonathan.

—No. No pienso dejar a Mike.

—Vamos. Nadie va a dejar a nadie. Puede que yo sea un novio de mierda, pero resulta que soy un canguro de puta madre —explicó con gracia—. A demás, Kenna está aquí —añadió con una sonrisa.

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