Capítulo 13

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Kagami subió de nuevo las escaleras solo para volverlas a bajar esta vez haciendo algo de ruido para llamar la atención de ambas mujeres, Akane sacó de debajo del sofá los dos regalos de Kagami y se los dio, ella le sonrió y volvió a subir corriendo las escaleras mientras se recordaba a si misma que pronto volvería con su novia para poder tener más paciencia con su abuelo.

El año nuevo llegó rápidamente y su abuelo preparó una fiesta en su mansión invitando a todos sus amigos y a los nietos de estos, no hace falta decir que Kagami los rechazó a todos y les envió una mirada amenazante cuando uno de ellos no entendía que no significaba no, Akane se acercó a su nieta al verla usando su teléfono y que tenía una sonrisa boba en el rostro.

– Ami-Chan – la reacción de su nieta la desconcertó un poco, Kagami apago el teléfono para esconderlo rápidamente detrás de ella y darse la vuelta mirando a su abuela.

– Obāsan – de nuevo el tono de voz agudo – ¿Ne necesitas algo?

– Kagami acabas de tartamudear, no hacías eso desde que tenía cinco años – Kagami trago pesado al escucharla, había estado mandándole mensajes a Marinette y no quería que su abuela descubriera de ese modo su noviazgo, con otra chica.

– Lo siento Obāsan, es que yo, estaba mandándole mensajes a una amiga por el año nuevo, ya sabes por la amistad jajaja – con disimulo metió su teléfono en el bolsillo oculto de su kimono

– De acuerdo – dijo sin creerle mucho – pronto será la media noche, ve con tu madre cariño – Kagami asintió y se alejó con rapidez dejando a Akane metida en sus pensamientos – No se que estas ocultando Kagami, pero espero que confíes en mí y me lo digas

Kagami suspiro cuando estuvo lejos de su abuela, pronto le diría sobre su relación con Marinette, solamente esperaba que no le diera una ataque al corazón o algo así, ¡¿Pero a quien engañaba?! ¡Era más que evidente que su abuela se opondría! ¡Las relaciones gays estaban prohibidas en Japón! Pensó mientras buscaba a su madre hasta que la encontró en uno de los balcones de la mansión, fue hasta ella posándose a su lado

– Okāsan – Tomoe miró a su derecha al escuchar a su hija – te noto triste

– Tonterías hija

– Yo también extraño a papá – dijo al saber que esa era la razón por la cual su madre estaba así, Tomoe agacho la cabeza sosteniendo su con fuerza, Kagami la abrazó escondiendo su rostro en el pecho de su madre, la mayor dejó de hacer fuerzas y le devolvió el abrazo a su hija acercándose lo más posible a ella; el único recuerdo que tenía de Kun era su amada hija, hija a la cual nunca pudo verle el rostro, jamás vio su sonrisa o tuvo la oportunidad de limpiar las lágrimas que su padre le provocaba a su pequeña.

Tomoe apretó con fuerza sus ojos para evitar llorar, la última vez que lo había hecho fue cuando Kun y ella firmaron los papeles del divorcio; ese día cuando volvió a casa su padre la felicito por su buena decisión, cuando paso por la habitación de su pequeña entró en esta y Kagami corrió a sus brazos llorando, Tomoe se quebró mientras abrazaba a su pequeña con fuerza.

– Tranquila mamá, siempre voy a estar aquí para ti, lo prometo – Kagami no tardó en sentir algunas gotas cayendo sobre su cabello, eran las lágrimas de su madre, la ojimiel se separó un poco de su madre para limpiarle las lágrimas, Tomoe apoyó su mejilla en la mano de su hija sosteniendo esta con su mano libre – te quiero mamá

– Yo te amo hija – cuando secó las lágrimas de su madre ambas volvieron al interior de la mansión justamente para el conteo final del año, los gritos de júbilo, los abrazos y besos entre parejas no se hicieron esperar cuando el reloj llegó a la media noche, la fiesta continuó hasta altas horas de la madrugada hasta que los invitados empezaron a retirarse poco a poco quedando solamente algunas amistades cercanas de Akane y Daichi, Kagami acompaño a su madre a su habitación y luego fue a la suya.

Miraculous Ladybug: Un Nuevo InicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora