- ¿Qué ha pensado, Gran bruja blanca?.- pregunté una vez nos quedamos a solas en compañía de Rafaela.
- No quería llegar a este punto. Pensé que tu madre reflexionaría en cuanto supiera que Elly era parte de nuestro aquelarre.- se expresó la mujer golpeando levemente su pie contra el suelo.
- Creí que aún existía una pizca de humanidad en mi madre pero está cegada.- suspiré intentando comprender la postura de mi progenitora y la no aparición de Alicia.
- Entiendo el rencor por la familia Lacunza pero caer en la desesperación de crear un plan para traer al mundo una niña e intentar sacrificarla para calmar su alma. No tiene sentido.- explicó Rafi mirando hacia el suelo.
- Marina tiene 20 años y Alba está por cumplir 22, ¿Qué harán con unas crías? ¿Cómo van a poder vivir sabiendo que alguien intentará arrancar a sus pequeñas de sus brazos?.- dijo con voz ahogada la matriarca del clan.
- No sé qué decirles. Esto es meramente decisión de ellas y yo no puedo opinar, peor aún... si se que la causante es mi madre.- empecé a agobiarme.
- ¿Tienes una idea del porqué no se presentó Alicia?.- preguntó Rafi con la mirada perdida.
- Sinceramente, no.- encogí los hombros.
Permanecimos en silencio durante un tiempo más.
- Haré una convocatoria al aquelarre de Sevilla y el de Valencia. Voy a ir detrás de tu madre.- posó sus ojos rojos llenos de furia sobre mi. Mi madre había conseguido darle donde más le dolía a la noble Gran bruja blanca.
- Y, si tu hermana se interpone en nuestro camino... Yo misma acabaré con ella.- selló Rafaela tensando su mandíbula.
- Me comunicaré con el aquelarre de Galicia, ellos podrán prestar ayuda quizás...- fui cortada intempestivamente por la abuela de las rubias.
- No. Ese aquelarre se negó a nuestra petición de ayuda antes. Somos lo suficientemente fuertes para enfrentarnos a los aquelarres del Norte.- demandó con energía.
- ¿El de Barcelona?.- pregunté en voz baja. Intentaba dar ideas...
- No. Con los aquelarres del Este y el Sur bastarán.- expresó enérgicamente.
§
- ¿Cómo fue?.- pregunté apenas vi a Alba.
- ¿Qué crees?.- arqueó su ceja y soltó aire agobiada.
- ¿Has pensado en tenerla?.- ahondé en el tema.
- ¿Cómo sabes que es niña? Aún no podemos saberlo.- habló sentándose sobre la tumbona del jardín.
- ¡Deberías tenerlo claro! Las Reche siempre tienen primogénitas.- expliqué abriendo los ojos de par en par.
- Ya.- respondió escuetamente.
- Debería disculparme por el comportamiento de mi madre.- suspiré.
- No es tu culpa. Es mi culpa y la de Natalia.- dijo resignada y me acerqué a ella.
- El cuervo fue el nexo para llegar a vosotras. No sé qué clase de poción usó en tí pero creeme que así te hayas cuidado, esto hubiera ocurrido.- intenté explicar de la manera menos invasiva posible.
ESTÁS LEYENDO
mandrágora
Fanfiction"Serás pues condenada perpetuamente al profundo sentimiento de dudar de ti, permanecerás en la disyuntiva de nunca encontrar paz ni sitio fijo. Cada equinoccio sufrirás la transformación por la blasfemia de haber intentado engañarme. Tu alma yacerá...